miércoles, diciembre 23, 2009

Municipalidades y Comercio Ambulatorio

Para las municipalidades limeñas uno de los temas más complicados de controlar y fiscalizar son las actividades que realizan los ambulantes, sobre todo los distritos con alto nivel socio-económico como Miraflores, Santiago de Surco, San Isidro y San Borja.

No solo es por un tema de pagar impuestos o permisos que evaden los comerciantes informales sino el problema va más allá. La cantidad de sanguches, jugos y dulces que se distribuyen no han seguido procesos de sanidad ni salubridad, entonces no son alimentos saludables ni aptos para el consumo humano. Sin embargo, algunos caen en el dilema de gastar menos en comprarlos o arriesgarse a que su organismo soporte las consecuencias. Lamentablemente, la postura de exigir el control de sanidad no siempre es comprendida por los vecinos o ciudadanos de paso, quienes se vuelven detractores defiendo a los ambulantes con argumentos de que hay que entenderlos, hay que hacernos de la vista gorda o gritando porque se retiene sin autorización. Cabe señalar que manifestar lo último es incorrecto, porque existe una ordenanza que regular el comercio en la vía pública. En el caso de Miraflores es la Ord. 272-MM.


Ahora existe un mito urbano que las municipalidades después de retener se lo queda el personal, cuando es un requisito levantar un acta señalando las cantidades y que clase de objetos se están decomisando. También señala la dirección, los nombres del personal de Fiscalización y Control, los nombres de los ambulantes, la fecha, la hora y lo más importante las firmas. Si no se cumplen estas características se está cayendo en el abuso de la autoridad e incluso cometiendo hurto.

Los niños que venden están yendo contra su proceso de autodesarrollo y formación, ningún distrito permite que infantes realicen comercio, incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT) vela por proteger a los niños. Los convenios 138 (sobre la edad mínima para admisión de empleo) y 182 (sobre las peores formas de trabajo infantil). Incluso las ONG capacitan a los trabajadores municipales sobre este fenómeno llamado trabajo infantil. Claro, que no se les decomisa pero si se les orienta a que no vendan.

Apesar que los niños y los adultos realizan el comercio sin autorización, aparecen las personas discapacitadas que venden caramelos o algún tipo de producto. Según la Real Academia Española (RAE) Discapacitado significa.- Que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas. Considero que las personas no deben limitarse, sino buscar convenios con empresas u organizaciones, hasta ir y ver las posibilidades con el área de bienestar social de su distrito.

1 comentario:

LeadTheLeader dijo...

Siempre ha sido dificil controlar los negocios ambulantes, en todos los paises!
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