REFLEXION DE LA SOCIEDAD
Una sociedad no debe nunca estar dormida, ni amedrentada, ni pasiva. Jamás la sociedad debe tener miedo en su colectividad como individualmente. Para que el progreso y la honestidad no se desvíen de ella, debe estar siempre atenta a cualquier circunstancia que le afecte.
En particular, las conductas políticas. La sociedad es el supervisor de lo que ocurre en su trascendencia, ya que es quien aporta económica y profesionalmente a que vaya alcanzando sus cuotas más superiores. ¿Quiénes son los que deben cumplir con esa exigencia? Los políticos.
La sociedad es la que tiene la capacidad de manifestar, controlar y ejecutar acciones o mensajes al político para que éste o éstos realicen su verdadera labor. La justicia apoya a la sociedad en que políticos que se han desviado de su honestidad cumplan con los requisitos legales que les correspondan.
Pero la sociedad o el pueblo llano es el poder absoluto y nunca debe amedrentarse ante incumplimientos, mentiras o desajustes de unos políticos que entienden que ellos son el único poder. No es así. Así sería en un Estado dictatorial, no en una democracia.
Los errores políticos, cuando hay una iniciativa en pro del pueblo siempre deben ser aceptados y comprendidos, pero no decisiones políticas malintencionadas que afectan a la estabilidad, evolución y desarrollo de una sociedad. Ahí la sociedad debe manifestar su desacuerdo y no permanecer callada, simplemente por temor, inseguridad o simple comodidad.
Aunque sea repetitivo en los artículos que escribo, quiero transmitir de nuevo que el poder corresponde al pueblo y no a los intereses de los políticos por mantenerse en el poder o buscarlo ambiciosamente. Los políticos deben trabajar a favor del pueblo soberano y no cargarle con impuestos y leyes autoritarias para que el poder político salve sus situaciones o avance con su autoritarismo.
El político no debe ser un profesional de la política sino la persona que está un tiempo limitado exclusivamente para realizar su mayor eficacia a favor de los intereses de la sociedad. Si no es así, sigue siendo el poder político ante la soberanía popular.
Precisamente ahí, es cuando la verdadera autoridad de la ciudadanía debe tener la cualidad –con las firmas que sean necesarias-, para interponer en el parlamento la disolución de las Cortes y ejercer su potestad para solicitar elecciones anticipadas.
ESE ES EL VERDADERO PODER: LA UNIÓN DEL PUEBLO SOBERANO
El feudalismo tuvo su hegemonía en la Edad Media, pero parece ser que aún está vigente es nuestros días. Simplemente que en vez de haber reyes y nobles, ahora existen el mundo de las multinacionales y el Político, siendo los demás sus vasallos. Mientras tengamos las migajas, es decir, nuestro trabajo, nuestro coche y nuestras vacaciones, ya no podemos exigir más, no podemos acercarnos a su mundo elevado de poder. Creo que no debe ser así, ya que la sociedad debe tener su fuerza y sus necesidades totalmente cubiertas con un avance cultural e intelectual en constante evolución.
Si no tenemos ese avance, nunca podremos estar cualificados para mantener una oposición fuerte y permanente a los poderosos de la sociedad. ¿Quieren tener borregos en vez de ciudadanos cultos? Quizás es lo que intentan conseguir: ovejas guiados por el perro y el pastor, que simbólicamente se plantearía como seres humanos incultos guiados por el poder político y financiero.
Hay que despertar, porque si no la sociedad nunca tendrá la oportunidad de ser la garantía de un país, región, ciudad, pueblo o comarca. La Ley Natural habla de la libertad y de la constante evolución del Universo, y nosotros, las personas, estamos integrados en la Ley Natural, en la Fuerza del Universo.
El equilibrio siempre se ha dicho que es lo perfecto junto con la armonía para que la persona evolucione; pues lo mismo es en la sociedad, en cualquier estamento o cualquier conducta.
No olvidemos nunca que somos la mayoría, la que puede cambiar el curso de una política mal llevada, mal dirigida y mal gestionada.
ÁNGEL SANZ GOENA
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Muy bueno, Angel, como siempre.
Somos la sociedad quienes debemos aunar esfuerzos para conseguir que los políticos actúen para el beneficio de todos y no sólo de la clase privilegiada. Definitivamente hace falta acción y tú con estos escritos estás haciendo un llamado a la conciencia de los que aún permanecen dormidos para salir de nuestra zona de confort y tomar las armas de las que dispongamos. Ya lo dijo Albert Einstein “La vida es muy peligrosa, no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.
Miles de piedras hacen un camino, miles de personas actuando encuentran un destino.
Un abrazo