Zacatecas

Por cuestiones de trabajo he viajado en varias ocasiones en los últimos años a Zacatecas. Es una ciudad hermosa, por temporadas he tenido que vivir practicamente ahi, mis estancias han sido de semanas y la verdad es que siempre la experiencia ha sido muy grata.

Su ciudad colonial, patrimonio cultural de la humanidad, su gente, su cocina, sus tradiciones, todo es muy agradable. En una de esas visitas conocí una cantina, sí por increíble que parezca, entré a una cantina (bueno, ya entran mujeres a esos lugares) que se llama las 15 Letras y que tiene una historia de casi 100 años.

Primero fue un expendio de carbón y petróleo, cuando las en las casas se cocinaba con esos combustibles, luego las dos mujeres que la atendían y que eran las dueñas, para aumentar sus ingresos dicidieron vender alcohol y eso les redituó grandes ganancias porque los hombres que tenían que viajar y pasar por Zacatecas (hay que recordar que es un estado minero) llegaban ahí a mitigar su sed y descansar un poco.

Paasaron los años y estas mujeres decidieron vender el lugar, con la condición de que conservara el nombre de las 15 Letras. El dueño decidió convertirlo en una cantina formal y desde entonces es la más tradicional de esa ciudad.

Es visitada por políticos, artistas y toda clase de persononas que llegan hasta Zacatecas, los lugareños van también de vez en cuando.

Ahí en las 15 Letras, Agustín, el cantinero, nos contó esta historia a mi esposo y a mi mientras disfrutábamos de las micheladas más deliciosas que he probado en mi vida.

La receta es de familia, y claro, secreta. De todo lo que conocí en Zacatecas lo que más me cautivó fueron las 15 Letras, y no sólo por sus micheladas (por cierto para los que no sepan que es es cerveza con un preparado de limón y salsas picantes que le dan un sabor exquisito), sino porque en un lugar tan pequeño hay tanta historia, ahí el tiempo se ha dentido y lo más chistoso es que está en el centro de la ciudad, pero uno pequeño callejón (muy cerca de Palacio Legislativo) que pasa totalmente desapercibido, pero a cualquiera que se le pregunte por las 15 Letras sabe cómo llegar.

Zacatecas también tiene el teleférico, un paseo impresionante en un pequeño "carro" donde caben aproximadamente 15 personas paradas que es transportado por cables del cerro de la Bufa (el más conocido de ese lugar) al cerro del Grillo, en ese paseo se puede admirar desde lo alto la hermosa ciudad, que todavía tiene cielo claro y aire

limpio.

Además cuentan con la mina del edén, donde se hace un recorrido fantástico por lo que fue esa mina cuando de ahí sacaban materiales preciosos, fue restaurada en un proyecto que realizó un artista plástico Alfonso Monreal, además de que en el recorrido se pueden apreciar figuras que simulan a los mineros, se escuchan sonidos de martilleos como si estuvieran trabajando; al final hay un "antro" como s eles conoce ahora, uno de los más esclusivos de la ciudad, pero ahi lo atractivo es estar bebiendo, bailando y conviviendo en un lugar, una mina, varios metros bajo tierra. Por cierto, la iluminación es fantástica.

Y qué decir de su gastronomía. Es muy extensa y exquisita, eso sí, algunos platillos se pasan de condimentados, pero no por eso dejan de ser sabrosos. Hay uno que es el que identifica a esa entidad y es el "asado de boda" que es una especie de mole con carne de cerdo que es lo que todavía, en muchas comunidades, se sirve como banquete en las bodas, de ahí su nombre.

Pero también existe la birria zacatecana, las enchiladas, pozole (verde hecho a base de pepita de calabaza) y muchas otras cosas merece post aparte.

Y qué decir de sus dulces. Nadie como ellos para hacer las charamuscas, el chocolate de metate, el rompope y el pinole, además de una variedad de cajetas y dulces de guayaba (buenos éstos últimos son más tìpicos de Aguascalientes, pero también ahí los elaboran), y sobre todo su mezcal.

Hacen unas margaritas deliciosas con mezcal.

Este parece un post de promoción turística, pero esque en estas ocasiones que he tenido quepermanecer ahí por semanas he descubierto las maravillas de Zacatecas, se puede decir que una parte de mí se ha quedado en ese lugar tan bello y del que me da orgullo que sea parte de México.

A lo largo del año tienen varios festivales culturales donde las calles se vuelven escenario para que artistas de fama internacional como Gloria Gaynor, Café Tacuba, Joaquín Sabina, Marco Antonio Muñiz, Ana Belén y Víctor Manuel y muchos más se presenten gratuitmente, cosa que se agradece porque con la economía que noalcanza para mucho tener al alcance de la mano estas distracciones es muy bueno, porque son distracciones sanas y sin que a las familias les cueste un peso.

Zacatecas ha dejado una honda huella en mi alma y un grato sabor en mi paladar.