jueves, 7 de agosto de 2008

Lazarillo de Tormes (Anónimo)





Esta pequeña novela es de lectura obligada en la educación básica, pero sólo en la etapa adulta podemos realmente apreciarla como se merece. Narra las aventuras, mejor dicho desventuras, de un pobre muchacho que va pasando de amo en amo, a cada cual peor, hasta que por fin mejora su situación (ya al final de la novela, donde por cierto, nos enteramos el por qué de narrar su vida). La historia hace reír por las ocurrencias de Lázaro, que intenta ir un paso más allá de sus crueles amos, pero que siempre (siempre) sale peor parado de lo que quisiera.

Sus amos son:
- el ciego: no sólo le mata de hambre, sino también a base de bastonazos, arañazos y tirones de pelo
- el clérigo: si Lázaro creía haber pasado hambre con el ciego, no es nada en comparación con la que le espera con este avaro.
- el hidalgo: el cual no sólo no le mantiene, sino que es Lázaro el que debe mantenerle a él. Es además el único amo al cual Lázaro no abandona, sino que es abandonado por él.

Los siguientes apenas pasan de ser meras anécdotas en el libro, lo cual puede indicar que la obra no está completa y dichos capítulos no son sino esbozos.

No hay comentarios: