domingo, 17 de mayo de 2009

EVALUACION

Alfredo Vera* Quito , Mayo 17, 2009

Inversamente proporcional a la vagancia y manipulación politiquera de los dirigentes del MPD, es la voluntad ciudadana de cambio, frente a la educación.

Dicen los 30 dirigentes del MPD: que supuestamente son “profesores” pero nunca dan una clase y ganan los sueldos sin trabajar: “¿Para qué cambiar, si disfrutamos cómodamente de la vida dulce?”,

Esta realidad es el reflejo de la obstinada conducta consuetudinaria de quienes secuestraron la educación y la llevaron a la situación de crisis hasta que tocó fondo y nos ubicaron a los ecuatos a niveles vergonzosos de la más baja de calidad, en el Continente.

¿Se puede poner en duda esta afirmación? No. Basta conocer los resultados de las evaluaciones internacionales que hace la UNESCO, a que son sometidos nuestros niños de escuela y colegios, para determinar la tragedia que afecta nuestro país, hasta hoy paladín de la mediocridad.

Cuando, en el gobierno de Borja propusimos la Campaña de Alfabetización que llamamos “Mons. Leonidas Proaño”, el MPD se opuso y promovió uno de sus tradicionales paros, pero fracasaron porque teníamos la razón y la racionalidad ciudadana se puso de nuestro lado.

Cuando, desde el Ministerio de Educación, les quitamos a algunos de los profesores el dinero que se les entregaba para el “desayuno escolar” y que la mitad del dinero se les quedaba en el bolsillo y la otra era para dar desayuno a sus hijitos, iniciaron otro de sus paros, que fracasó cuando el dinero, que los multiplicamos por miles, lo entregamos a los Comité de Padres de Familia y desde entonces ese tema cambió.

Cuando institucionalizamos la educación intercultural bilingüe, para que los niños aprendan en su lengua materna, los únicos que se opusieron fueron los dirigentes de la UNE, pero fueron aplastados por la justicia que tenía esa decisión para la postergada niñez de la población indígena.

Época en que rescatamos los centros educativos llamados “normales”, creados por Eloy Alfaro y forjamos los Institutos Pedagógicos para formar allí los profesores y exigir que tengan título profesional para ingresar al magisterio y desbaratar el mecanismo de comprar a los emepedistas que los vendían al mejor postor.

Los del MPD se opusieron a todo cambio en beneficio de la educación y más bien propiciaron todas las prebendas posibles, como ese fatídico “autocambio”, que consiste en mandarse a cambiar de un escuela unidocente rural y dejarla abandonada y cerrada, llevándose las partidas, sin importarles los niños botados y después echarle la culpa a las autoridades a al propio ministro de turno.

¿Quién tiene la culpa de la mediocridad educativa? ¿el alumno? ¿los padres? ¿la ciudadanía?.

Como los emepedistas apoderados de la UNE no quieren prepararse, no quieren capacitarse, no quieren estudiar, tampoco quieren ser evaluados por otros sino por ellos mismos: jugar el antiético doble papel de “juez y parte”.

No quieren que los juzguen sus propios alumnos, con la ayuda de los padres, con el registro de cumplimiento de sus obligaciones en la administración. No quieren cambiar, menos ser parte de la Revolución Ciudadana, aunque la ciudadanía y la opinión pública los condene.

El país se juega su futuro: O mejora la educación y comienza porque se evalúen las capacidades de los profesores obligatoriamente; que ingresen al magisterio por concurso; que se democraticen las direcciones de escuelas y los rectorados de colegio y que las directivas gremiales sean producto de una elección democrática.

Estas decisiones pasas por repudiar las medidas de fuerza del MPD y respaldar la política educativa de Correa, de Vallejo, de la Revolución Ciurana y que estos ociosos sean sometidos a la evaluación.-

Autorizada su reproducción.

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