La imagen de María Santísima del Amor fue realizada por Ana Hernández Walta en 1998 y tuvo que ser restaurada, debido a la lluvia que la deterioró en el Jueves Santo de ese año, por el gran imaginero malagueño José Dueñas Rosales quien le dio ese carácter de serenidad mezclado con el dolor por la muerte de un hijo.
Es una virgen para vestir; solo con la mascarilla y el grupo de manos tallada, en posición de pena y llanto. De ojos marrón intenso y cabellera negra, a veces adornada con alhajas. Su nombre es debido al Amor que la identifica a Ella como la gran reina acogedora de todos nosotros sin distinciones.
Otra gran obra de José Dueñas realizada para el pueblo de Álora es el grupo escultórico de La Piedad, copia de la antigua piedad de cartón-piedra pero impregnada de su propio estilo. Este escultor también realizó las tallas de una serie de ángeles para el trono de nuestra hermandad.
La imagen de San Juan Evangelista fue realizada por el escultor granadino Nicolás Prados López en la década de los años cuarenta. Su coste fue de 16.000 de las antiguas pesetas y encargado por la cofradía de la virgen de los Dolores de Álora, aunque después, con el tiempo, quedó guardado en el Convento de Flores hasta que un grupo de cofrades lo rescatan de su exilio para fundar la cofradía de San Juan Evangelista.
Este tallista, pintor e imaginero, impartía clases de dibujo y escultura en la prestigiosa Escuela de Artes y Oficios Artísticos de la ciudad Granada en un tiempo donde resurge, después de la guerra civil, con gran fuerza el neo-barroco andaluz de la imaginería religiosa del siglo XX en las escuelas sevillana y granadina. Su obra se encuentra dispersa por toda la geografía andaluza, fundamentalmente en la zona sur.
Más dedicado a la talla que a la imaginería, cabe destacar los tronos de “Jesús el Rico y María Stma. del Amor” de Málaga; la imagen del Cristo Yacente del Santo Sepulcro de Málaga; el altar y la imagen del Stmo. Cristo de los Favores de Loja; Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna de Álora, el retablo del altar mayor de Ntra. Sra. de la Fuensanta de Murcia, etc.…
Esta imagen de San Juan escenifica el momento en el que el discípulo amado señala a la virgen con su brazo derecho, medio extendido y con el dedo índice, el tortuoso camino que siguió Jesús en su calvario.
Es, San Juan, una talla para vestir con solo la mascarilla y las manos. Muy venerado en su barrio de la Plaza Baja y al que todos, en algún momento, le han pedido alguna plegaria por los suyos.
La imagen fue restaurada en 1998 por el escultor malagueño José Dueñas Rosales quién le dio un nuevo matiz a su deteriorada policromía.