domingo, 4 de diciembre de 2011

Palabras de agradecimiento en nombre de la Familiar Lombardi-Boscán

Si hay algo que me ha hecho feliz a lo largo de estos eventos que han permitido un sincero homenaje al Dr. Ángel Lombardi, es que éste ha sido organizado fundamentalmente por amigos, y que además, lo haya disfrutado y compartido con todos, sobretodo, con su familia.

Llevar a cabo éste tipo de celebraciones en donde al homenajeado se le rinde con honor y estima nunca ha sido usual por la natural resistencia humana a no reconocer los logros ajenos de una forma sincera y espontánea, máxime, cuando estos, en el caso del Dr. Ángel Lombardi, son reales, públicos y notorios. Y además, es raro, bastante raro, homenajear a cualquier persona por sus contribuciones a la vida pública y civil, a la cultura, el arte, la poesía, la educación, la universidad, la escritura, por sus ejecutorias como historiador, editor de libros y rector, y lo más increíble, por su condición de ciudadano, en una Venezuela donde tal condición es prácticamente una entelequia. Lo usual es que se utilicen los homenajes con fervor interesado dentro de una danza de la adulancia en pos de obtener favores o contraprestaciones indebidas. Que no es tal el caso que hoy nos mantiene reunidos aquí.

No hay duda que la obra del Dr. Angel Lombardi es ejemplo e inspiración para muchos otros. Ahora bien lo que ha hecho mi padre no ha sido gratuito ni forma parte de una errancia sin propósito. El Dr. Ángel Lombardi es un militante de la Historia en positivo y un venezolano resteado con el país y sus posibilidades emancipadoras. Lo que hace y seguirá haciendo es combatir desde la inteligencia, la razón y el entusiasmo por el engrandecimiento de la sociedad en que vive. Porque no se vaya a creer que con esto se está cerrando su ciclo vital y fuerza emprendedora, todo lo contrario. La “trinchera” está más fuerte que nunca y estas reuniones festivas lo que han servido es para acicatearlo aún más acerca de su confianza en el tiempo futuro y sus posibilidades.

Lo normal es que a uno después de muerto le encuentren los muchos meritos que supo labrarse en vida, y entonces: ¿ya pa´que? Esas glorias póstumas, legítimas y alentadoras para quienes sobreviven al homenajeado, y orientadoras, si es que cabe, en la futura sociedad, no las disfruta el artífice de las mismas. Y éste homenaje que el homenajeado nunca buscó, sé que lo está disfrutando y compartiendo de una forma festiva y agradecida con la humildad, y hasta timidez, que le caracteriza.

Egoísmo, envidia y mezquindad es lo usual y lo que pulula en cualquier ambiente. Puedo decir con satisfacción que esa barrera ha sido franqueada, y quisiera una vez más, nombrar a los artífices de ello: COMITÉ ORGANIZADOR y COMITÉ HONORARIO, y tantos otros.

Si bien el Dr. Angel Lombardi es un libre pensador ajeno a todo dogmatismo, un intelectual desacralizador y heterodoxo, hay una faceta en él muy poco conocida, y esto que voy a revelar viene muy a propósito de las actuales circunstancias en que celebramos a nuestra Virgen de la Chinita. Y no es otro que mi padre es un fervoroso mariano. Años tras años ha construido y cuidado con especial esmero un altar de vírgenes, santos y pequeñas reliquias, que deja estupefacto al que cree que le conoce. Creo que a través de ese altar domestico mi padre se acerca todos los días a Dios, sus padres y parientes en agradecimiento, meditación y oración. Me atrevo a ésta indiscreción privada porque, aunque no lo aparente, mi padre es un hombre con una profunda espiritualidad y sé lo agradecido que está con Dios por todo lo que le ha otorgado y todo lo que le ha quitado también.

En fin, en nombre de toda mi familia, y de manera especial de mi querida madre, Lilia Boscán de Lombardi, el alma gemela que enamoró y conquistó a mi padre para nunca desampararlo; de todos mis hermanos: Lilia Carolina, Jesus Gabriel, Marco Adriano, María de la Esperanza de la Paz, José Javier, Jorge Eduardo, Diego Enmanuel, Juan pablo y Lilia Sofia Leticia y el mío propio, una vez más, quisiera agradecerles a todos por la generosidad que han tenido hacia mi padre, el Dr. Angel Lombardi. Este reconocimiento, no sólo le honra a él mismo, sino que también se hace extensivo tanto a los proponentes como a la gente amiga que le estima, le admira, le acompaña, le respeta y le quiere.

Muchas Gracias
Maracaibo, 04-11-2011
Angel Rafael Lombardi Boscán


No hay comentarios:

Publicar un comentario