domingo, 21 de marzo de 2010

"THE COVE" : LA CALETA DEL HORROR




Este año la ceremonia del Oscar la sentí especialmente agradable, no solo porque ganaron mis favoritas en las categorías de Mejor Película del Año y Mejor Film Animado sino porque entre los candidatos a Mejor Pelicula Documental se encontraban dos películas de corte ambientalista y proteccionista, una de las cuales resulto siendo la triunfadora de la noche.
"The Cove” (La Caleta) la flamante ganadora el Oscar este año, dirigida por el estadounidense Louie Psihoyos, aborda la sangrienta matanza de delfines en Taiji, una localidad costera de unos 3.500 habitantes en Japón, donde cada año se asesinan cerca de 2000 delfines y otros son capturados para ser “vendidos” como mercancía para espectáculo.

La macabra historia comienza cada año, entre setiembre y marzo, cuando los pescadores localizan las manadas de delfines siguiendo sus patrones migratorios. A través de golpes efectuados con varas de metal confunden su sonar y los llevan a la secreta caleta que da título al film. Allí mientras unos separan a los más jóvenes para venderlos a parques acuáticos y delfinarios, otros acuchillan y asesinan a la mayoría para comercializar su carne o hacerla pasar por carne de ballena, en una masacre de tal intensidad que llega a teñir el mar de color rojo.

Las autoridades de Taiji han puesto el grito en cielo aduciendo que su pueblo siempre ha sido un lugar tranquilo apartado de todo escándalo y que estos actos están respaldados por leyes oficiales y son legales, en palabras del mismo Kazutaka Sangen, alcalde de esa localidad. Pero la repercusion que ha obtenido la película se orienta también por el lado de la salud de la poblacion nipona, ya que se ha encontrado en la carne de estos delfines 5 veces el máximo permitido de mercurio, revelacion que ha removido la sociedad japonesa debido a que la carne del delfín había sido incluida como parte de la lonchera de los escolares en ese país (fue suspendida esta medida después de ser exhibido el film).

Pero The Cove no solo de debe ser visto como un documental ambientalista sino como una muestra de lucha y fe en las propias creencias. Su filmación se llevo a cabo prácticamente en secreto durante el año 2007, empleando micrófonos submarinos y cámaras de alta definición - diseñadas por el estudio Industrial Light & Magic de Hollywood - que fueron camufladas como rocas. Fue un auténtico trabajo de espionaje según algunas críticas. Ademas, el equipo de filmación tuvo que luchar con el celo de las autoridades que los vigilaban constantemente y con la agresividad y amenazas de los propios pobladores.
Los rostros detrás de esta epopeya son una historia aparte. Este documental ha sido dirigido por Louie Psihoyos, otrora fotógrafo de National Geographic y ha contado con la colaboración de Ric O'Barry, quien tiene la reputación de ser uno de los mas famosos entrenadores de delfines a nivel mundial y que llego a trabajar incluso con los delfines seleccionados para la serie “Flipper”. El cambio su modo de pensar acerca de capturar delfines para espectáculos cuando una delfín que entrenaba, Kathy, murió en sus brazos debido al stress. “Fue suicidio” declaro O´Barry al respecto. "Sé que es una palabra dura pero eso es lo que vi que ella hizo. Ella simplemente dejo de respirar por voluntad propia, Murió con el corazón roto y por el hastío”.

O'Barry vio con sus propios ojos la matanza en Taiji en 2003 y afirma que las imágenes no son nada en comparación con lo que vio. "Ver las fotos y videos, no es lo mismo que verlo en vivo. No escuchas los gritos ni hueles la sangre. Cuando lo vi no podía creerlo. Un momento estás viendo a la mas pacifica y tranquila caleta del mundo (,….) y en unas pocas horas estas mismas criaturas (los delfines) son reducidas a pequeños trozos de carne en el piso. Las cabezas yacen allí (…) Esta realidad es la que no me ha dejado dormir desde ese día. Porque cuando uno ve eso una vez, no dejas de verlo nunca más”.

Los premios que ha recibido este film suman casi 15 incluyendo el Premio de la Audiencia de los Estados Unidos en el Festival de Cine de Sundance anual, número 25, en Park City, Estados Unidos, en enero de 2009. y el Premio de la Academia como mejor documental. El film se exhibió en El Festival de Cine de Tokyo del 2009 y fue recibido con entusiasmo por una audiencia que se sintió incrédula e indignada.

Su triunfo en el Oscar es significativo no solo para todos los que amamos a los animales sino para toda aquella persona que simplemente cree en el derecho a la vida de todos los seres que cohabitamos en este planeta, ninguno de los cuales es superior al otro.

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