Aproximaciones al impacto social de la fotografía

Antonio Capurro

¿Quién no ha visto una foto en su vida? Es fascinante ver como ese momento queda congelado para la eternidad. Todavía recuerdo mi primera cámara fotográfica Ektra que me regalaron mis padres en el año 1986, ahora un objeto de colección vintage, un aparato tecnológico que me sirvió para registrar los recuerdos del viaje de promoción del colegio. 
En el 2026 se cumplirán dos siglos desde que se tomó la primera fotografía permanente conocida como "Vista desde la gran ventana de Le Gras", cuyo creador fue el francés Nicéphore Niépce (1826). Ha pasado mucho tiempo desde la obtención de aquella imagen estática que hoy perdura para la eternidad, pero sin lugar a dudas lo que se conoce como el arte y la técnica de obtener imágenes duraderas debido a la acción de la luz ha sufrido grandes cambios desde que sabios griegos como Aristóteles y Euclides hicieron los primeros experimentos con una cámara oscura allá por los siglos V y IV AC. 

Desde que se inventó la fotografía gente de las más diversas épocas ha querido eternizar sus recuerdos a través de ese gran invento que hizo su aparición en el siglo diecinueve en pleno tránsito de la era pre industrial a la sociedad industrial. Anterior a esa etapa, durante la Edad Media y el Renacimiento, su referente fue la pintura razón por la cual las primeras fotografías se parecían mucho a un cuadro o lienzo.

La fotografía desea que participemos de su complicidad y contemplemos cada uno de los elementos visuales contenidos en su encuadre. Hablar del impacto de la fotografía es reconocer su potencial poder de significación en la sociedad y allí están para atestiguarlo ese enorme e infinito legado de imágenes. Como señala Jorge Santiago Barnés en su ensayo "La interdisciplinariedad de la imagen en el desarrollo de la narrativa visual":

"Hablar del término fotografía y hallar un significado que se ajuste a las expectativas que socialmente despierta, culturalmente levanta y, hoy en día, económicamente asume, es hablar de un concepto que, no solamente absorbe los sentidos, la orientación y la manera de interpretar la realidad de las personas y las cosas, sino que se impregna, asume y hace suyos todos los estamentos de la sociedad".

Una fotografía nos enternece, nos provoca, nos enamora, nos erotiza, nos escandaliza o nos aterra y estoy seguro nos produce un sinnúmero de emociones. Está por todos lados, en el kiosko de la esquina, en nuestros cuadernos, en nuestra casa, en el paradero, en los buses, en los selfies de nuestras redes sociales, en todo lugar y a toda hora. No en vano se dice que una imagen vale más que mil palabras y que una imagen vende. Pero nos hemos puesto a pensar ¿qué imagen estamos proyectando de nosotros mismos? ¿qué estamos comunicando a los demás? Con la fotografía hemos desarrollado nuestro álbum visual, esa narrativa en imágenes que ha registrado cada uno de nuestros pasos en esta vida, he allí su poder de comunicación.

¿Sabemos leer las imágenes que contemplamos día a día por los más diferentes motivos y en muy diferentes formas? Somos, que duda cabe, devoradores compulsivos de fotos por todos lados, ¿pero entendemos lo que nos comunica? Al analizarla la incidencia que la narrativa audiovisual despliega en la sociedad contemporánea George Balandier nos dice que esta se ha convertido en un gran escenario, en una especie de panóptico, en todo tiende a ser visto y todos a convertirse en mirones

Entre los años 2005 a 2008 fui docente universitario, uno de los cursos que enseñé fue el de Fotografía, no pude haber sido más feliz porque siempre me había llamado la atención el arte de capturar imágenes. Ya en los años ochenta había tenido mi primera cámara una Kodak instantánea que la usé durante el viaje de promoción con mis compañeros de la secundaria. Lamentablemente en los años de carrera universitaria tuve un profesor pésimo en el curso de fotografía, con el cual no aprendí nada. La segunda fase llegó trece años después cuando una Samsung digital me condujo por una aventura fotográfica que dio un giro de ciento ochenta grados hacia el desnudo masculino. De igual forma empecé a ver las fotos de los maestros porque hay que entrenar muy bien el ojo. Fue una etapa autodidacta, muy rica, leyendo e investigando mucho.

Y decimos que la fotografía es arte porque posee una estética propia con una técnica basada en la composición visual, el encuadre, la profundidad de campo, el punto de vista, enfoque y uso de líneas del fotógrafo. Se premian las fotos de guerra donde vemos como la muerte, el odio y la injusticia hacen que el ser humano explore sus peores miserias. Y somos testigos a través del reportaje fotográfico de una prolija documentación social de hechos y situaciones alarmantes como la hambruna, la contaminación ambiental, la xenofobia, la discriminación, el racismo o la intolerancia por solo mencionar algunos, pero también somos testigos de la paz, el amor, la solidaridad y bondad. O nos deleitamos con los cuerpos de hermosos modelos. Como vemos existen muchos tipos de fotografía, cada cual con sus propias características.

Podemos valorar la imagen fotográfica desde diversos aspectos como el ontológico, estético-semiótico, técnico, del mensaje y el significado. Dentro de los principios físicos la luz es un factor que permite la existencia de la foto, con ella puede ser, es el componente esencial. Esa luz que produce las fotos para el placer de nuestros ojos y el archivo de la memoria. 

Hoy en día el uso el rollo de película y papel negativo para el revelado ha quedado casi en el olvido, salvo que seas vintage o retro. Todo depende del gusto, porque hasta la actualidad se continua produciéndose. La caja oscura no ha pasado de moda pero se ha transformado o evolucionado, como todo en el uso de la tecnología. El proceso fotográfico de estos días no es el mismo de hace quince años, lo digital nos ha permitido acortar procesos. Atrás quedaron las bandejas del laboratorio y colgar a que sequen los negativos. Si bien es necesario conocer la parte instrumental o técnica en el terreno de la fotografía, de nada vale si no aprendemos acerca de la composición y todos esos elementos que nos permitirán trabajar un concepto fotográfico. 

Podemos continuar afirmando que la fotografía se basa en principios físicos pero ya no químicos. Físicos porque la fotografía necesita la luz para que se produzca y sea, esa parte visible del espectro electromagnético, que incluye además ondas de radio, rayos gamma, rayos X, infrarrojos y ultravioletas. Esa óptica que permite que nuestros ojos vea toda esa gama de colores, esa poca o mucha luz en ese momento único en el cual capturamos la imagen con nuestro dispositivo fotográfico que ahora millones de personas en el mundo lo hacen con un smartphone, un ipad, un iphone o una tableta.

Estudiar los principios físicos es importante para entender la ontología de la imagen fotográfica pero también lo es el estudio del impacto que este fenómeno ha representado en nuestra sociedad, los usos y la valoración que le hemos dado.

La fotografía registra, documenta y retrata. T
iene el poder de revelar verdades o darnos placer, provocarnos finalmente como humanos o como sociedad. Desde la fotografía publicitaria hasta la documental siempre nos está comunicando algún mensaje. ¿Cuántas fotografías has visto en tu vida? ¿Cuáles son aquellas que se han quedado en tu mente o en tu retina? 

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