lunes, 24 de noviembre de 2008

24 horas en la vida de una mujer Stefan Zweig

24 horas en la vida de una mujer

Stefan Zweig

Esta corta novela de Stefan Zweig es un relato magistral en el que el lector asiste a una confesión de una viejecita que lleva años esperando revelar su secreto a alguien, y ese alguien es su compañero de hotel. En medio de una acalorada discusión, ella descubre que este narrador es la persona indicada para escuchar el relato, la verdad, de su vida. El título es lo de menos, pues lo que se relata es un momento en su vida y, sobre todo, los sentimientos y emociones que le provocaron ese acontecimiento. Y también la angustia de veintitantos años ocultando el hecho en sí.

Hay quien piensa que el final no está a la altura de la novela, porque de alguna manera la sociedad puede con ella, el perverso, el jugardor, el perdido... muere. Hay moralina o no, depende de cómo se mire, ciertamente la vida acaba mal en numerosas ocasiones.

El relato dentro del relato, una estructura sencilla y coherente. Una narración muy limpia, estilo apropiado a los personajes que aparecen. Lo que cuenta, la reflexión que hacen los personajes sobre la posibilidad de cambiar súbitamente por un suceso repentino es muy interesante. Y no digamos la parte en que se fija en las manos. Sorprendente y a la vez sugerente.

No me gustan los comentarios sobre si ese planteamiento de la mujer es bueno o malo. Si reducimos la novela a esto, no me interesa nada. La novela tiene que tener vida en sí misma, no comparándola con la realidad. Porque en la realidad no sabríamos lo que podríamos llegar a hacer cada uno.

¿Cómo sería la novela contada por él? ¿Qué significaron esas horas para él? El relato de las 24 hora lo expone la protagonista tal y como ella lo vivió, pero para él no parece que esas hora tuvieran mayor importancia. Al contrario, su juego está por encima de todo. Ahí entramos en el entramado psicológico y moral de la novela. Situémonos en la época. Impera el machismo, la mujer no tiene un lugar social relevante, ni siquiera en las clases altas. La protagonista rompe un código moral y se siente culpable para el resto de sus días. Él, en cambio, toma el dinero y se lo gasta alegremente.

Las similitudes con la película “Eyes wide shut” son evidentes, pero el desarrollo y el planteamiento final es diferente.

Me parece una novela excelente.

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