lunes, 25 de mayo de 2009

MORDEDURAS. (COMO ACTUAR)

MORDEDURA DE VIVORAS: Acueste a la persona atacada. si la mordedura está en un brazo o una pierna, aplique un vendaje (utilizando una corbata, un cinturón o un cordón de zapato) cerca de la picadura, entre esta y el corazón de la víctima. Apriételo lo suficiente para retardar la circulación sanguínea en los vasos superficiales, PERO NO TANTO, Si el vendaje está aplicado debidamente, la herida tiene que rezumar un poco.

luego, deténgase a pensar un momento: ¿es venenosa la picadura? Las mordeduras de las víboras ponzoñosas más comunes (por ejemplo, la de cascabel o crótalo) causa inmediatamente un dolor punzante, hinchazón y cambio de coloración de la piel, seguido de pulso acelerado pero débil, de palidez y debilidad general, y quizá náuseas y vómitos. La picadura de otras víboras ponzoñosas (como el coralillo) tal vez cause un sólo un ligero dolor y cierta leve hinchazón, pero los demás síntomas: dificultad para respirar, pulso rápido, vista empañada, náuseas y debilidad creciente, se presentan en minutos.

Si no se puede recurrir al médico, y si la mordedura es efectivamente ponzoñosa, esterilice un cuchillo o una hoja de afeitar en la llama de varios fósforos y haga una incisión en forma de x, de tres milímetros de profundidad y seis milímetros de longitud sobre cada huella de colmillo.

la boca (o con una ventosa) chupe y escupa el veneno de la herida. (Aunque el veneno no es tóxico para el estómago, de ser posible enjuáguese la boca con agua.) Continúe la succión durante una hora o más. Posteriormente, y si es posible, mantenga hielo picado (envuelto en tela) sujeto sobre la herida durante dos horas. ADVERTENCIA: si tiene alguna herida en la boca, se aconseja no chupar el veneno.)

Trate de conseguir auxilio médico tan pronto como pueda. Si logró matar la víbora, llévela consigo para que el médico pueda identificarla.


MORDEDURA DE PERROS: LAVE La herida inmediatamente con agua corriente del grifo para eliminar la saliva del animal. Luego lave la lesión durante cinco minutos con mucho jabón y agua. Enjuáguela cuidadosamente y cúbrala con un apósito. No pierda tiempo y consulte enseguida con el médico, quien tratará la herida y decidirá qué medidas de prevención contra la rabia son necesaria.

Si la mordedura es de un perro o gato desconocido, trate de que lo capturen y lo lleven al departamento de sanidad o instituto antirrábico que corresponda para que lo tengan en conservación. Si el animal desaparece, o si la observación demuestra que tiene rabia, la persona mordida necesitará que le apliquen una serie de inyecciones antirrábicas para salvarle la vida.
SIEMPRE TRATE IMMEDIATAMENTE DE DAR AVISO A UN PROFESIONAL.