ENTREVISTA CON ELENA ARIGITA MAZA

An-Nisa: Cuentenos las razones que tuvo para investigar sobre Islam.

Elena Arigita: Exactamente no sé las razones, porque soy de Santander e Islam es un mundo muy ajeno a mi infancia y a mi entorno. Creo que la razón fue el interés por lo desconocido. A los 18 años, me decidí a estudiar árabe en Granada. Mi experiencia, cuando hacia la tesis sobre las autoridades islámicas en la Universidad Al Azhar del Cairo, me decidió a dedicarme profesionalmente a estos asuntos. Me gusta mucho mi trabajo.

An-Nisa: ¿Cree que las Primeras Ministras musulmanas como la Sra. Bhutto y la Sra Sukarno Putri, representan el principio de igualdad en Islam.

E.A.: No. Ellas pertenecen a una "elite", y han ganado su posición gracias a una herencia familiar. No son el resultado de la lucha de las mujeres de sus países por la igualdad, no son representantes de un avance social de la mujer en el entorno, están situadas en los puestos dirigentes, por ser hijas de lideres históricos. Tampoco conozco si ellas, en su mandato, han realizado políticas de fomento de la igualdad de oportunidades para la mujer. No creo que ellas sean producto de un cambio en la estructura social de sus países.

An-Nisa: ¿Conoce a mujeres musulmanas españolas, que opina sobre su posición respecto a la igualdad entre hombres y mujeres en Islam?

E.A.:Conozco a muchas mujeres musulmanas españolas, y no españolas. Creo que, en general, las que yo he conocido, son de un nivel alto, en cuanto a su educación, y están a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, en Islam. En algunos asuntos, todavía, existe un pudor, o una actitud de tabú, como en el asunto de la mutilación genital femenina. Es muy difícil abordar el tema, pero las personas con las que he tenido la ocasión de hablarlo en Egipto, son universitarias y están en un entorno muy protegido. Ellas, por supuesto, están en contra de esta practica, que consideran ajena a Islam, y no están dispuestas a hacérselo a sus hijas.

An-Nisa: ¿Cree que Islam no respeta el principio de igualdad y no discriminación de hombres y mujeres?

E.A.: La pregunta no puede responderse de una forma simple, porque el asunto es muy complejo. Habría que distinguir entre Islam y las tradiciones culturales. En la actualidad, muchas asociaciones de musulmanes, están haciendo un nuevo discurso que difiere de la postura patriarcal tradicional. Islam es muy plural, y yo no me siento capacitada para decir que es Islam y que no lo es.

An-Nisa: ¿Piensa que hay mucha diferencia entre la religión Ístmica y la Católica?

E.A.: No creo que exista tanta diferencia. Hay muchos puntos de encuentro, aunque cada día se agrandan las diferencias, como si alguien se encargara de que se produzca este desencuentro. Al fin y al cabo, ambas son religiones monoteístas.

An-Nisa: ¿Qué opina sobre la obligatoriedad de la asignatura de religión en la escuela pública?

E.A.: Creo que habría que sacar la religión de la escuela pública, y que no fuera una asignatura obligatoria. Debe enseñarse religión en espacios como la Mezquita y la Iglesia. La escuela pública debe impartir una educación igual para todos.

An-Nisa: ¿Cual es su postura respecto a la segregación por sexos?

E.A.: Estoy en contra. El principal error consiste en educar a los niñas y niños como personas diferentes. Deben aprender a conocerse. No entiendo el motivo de la segregación por sexos, es muy perjudicial para el futuro de los niños. Puede llevar a un recelo mutuo y un desconocimiento entre sexos, que fomenta la imagen de la mujer como un ser subordinado al hombre. Yo he dado clases en la Universidad de Al Azhar, en el Cairo, y las mujeres están separadas de los hombres, y eso, que lograron incorporarse a los estudios universitarios muy tardíamente. La ley que les permitía estudiar en la Universidad, se aprobó en el año 1961, pero no se aplicó hasta 1970.

An-Nisa:¿Opina que los especialistas españoles y la prensa difunde una imagen adecuada de Islam?

E.A.: Lo que he observado es que entre los especialistas académicos, hay una gran variedad de posiciones y posturas. Hay de todo, como se suele decir. En los medios de comunicación, actualmente, encuentro un cierta creciente islamofobia. Todo lo relacionado con Islam, se considera peligroso. A partir de los atentados del 11M la prensa, trata de situar el centro del terrorismo de Al Qaeda en España. Esta actitud puede tener consecuencias indeseables. Por ejemplo, en Holanda, donde ahora vivo, a raíz del asesinato de V. Gogh, se ha retrocedido mucho en tolerancia. Ahora se analiza todo lo relacionado con Islam, en clave de peligro.

An-Nisa:¿Cree que los españoles miran con recelo a los musulmanes?

E.A.: En general, la sociedad española, hasta ahora, ha recibido bien a los musulmanes. Han existido episodios de violencia, pero, en general, se aceptado bien la llegada de emigrantes musulmanes. Los medios de comunicación son muy importantes a la hora de crear opinión sobre este fenómeno y deben ser responsables de lo que difunden.

An-Nisa: ¿Como podría mejorarse esa imagen ante la sociedad española?

E.A.: Desde luego, un buen método sería dando voces a la pluralidad. Los medios de comunicación no pueden seguir acaparados por personas que ignoran de que están hablando, cosa frecuente, cuando se trata de opinar sobre Islam. Los especialistas en Islam, en buena medida, ayudarían a dar otra visión . Los musulmanes también tienen que tener voz en los medios de comunicación, cuando se trata de un asunto que les concierne directamente, y hasta ahora, hay muy pocos musulmanes que intervengan en los medios. Lo terrible es que especialistas en otras materias, como en el terrorismo de ETA, por ejemplo, aventuran juicios sobre el terrorismo de Al Qaeda, o sobre la violencia islámica, en general, sin conocer nada sobre el asunto. Hay personas que, despreciando siglos de erudición y de estudios, se lanzan a decir que en el Corán ven el mal, me parece una simplificación terrible, que los medios deberían corregir porque incurren en irresponsabilidad al difundir estas opiniones de los ignorantes.

 

 

 

Elena Arigita,33 años española, casada y con un hijo, vivió en el Cairo cuatro años para hacer su tesis sobre autoridades islámicas. Ahora vive en Holanda investigando sobre las autoridades islámicas de Europa.
"Las Primeras Ministras de países islámicos son el producto de una herencia, no de un cambio social en sus países", afirma.