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LESION DE MENISCO CARTILAGINOSO INTERNO

Menisco cartilaginoso interno
Cada articulación de la rodilla tiene dos meniscos cartilaginosos con forma de media luna. Están situados en los bordes interno y externo de la superficie superior de la tibia (el hueso de la espinilla). Son componentes esenciales, que actúan como amortiguadores de la rodilla además de permitir la correcta interacción y distribución de peso entre la tibia y el fémur (el hueso del muslo). Por consiguiente, las lesiones en cualquiera de los dos meniscos pueden conducir a un deterioro grave de la rodilla.
menisco

¿ Qué es una lesión de menisco interno ?
El menisco interno es más propenso a lesionarse que el menisco externo ya que está conectado al ligamento colateral interno y a la cápsula articular de manera que es menos móvil. Por lo tanto, cualquier fuerza que impacte desde la superficie exterior de la rodilla, tal como un placaje de rugby, puede dañar severamente el menisco interno. Además, las lesiones de menisco interno están con frecuencia asociadas también a lesiones del ligamento cruzado anterior. Otros mecanismos de lesión pueden ser la torsión de la rodilla o cambios degenerativos que están asociados a la edad. Cualquiera de estas circunstancias puede conducir a una rotura del menisco interno, la cual en casos graves puede requerir intervención quirúrgica.

Síntomas de la rotura de menisco interno
  • Antecedente de traumatismo o torsión de la rodilla.
  • Dolor en la superficie interna de la articulación de la rodilla.
  • Hinchazón de la rodilla entre 24 - 48 horas después de la lesión.
  • Incapacidad para doblar la rodilla completamente - esto puede estar acompañado de dolor o chasquido.
  • Resultado positivo (dolor y/o chasquido) durante el "test de McMurray".
  • Bloqueo de la rodilla.
  • Incapacidad para sostener peso sobre el lado afecto.

Tipos de lesiones meniscales:
  • Cambios Degenerativos: Esto puede conllevar a que los bordes del menisco se hagan desiguales y se desgasten.
  • Roturas longitudinales: Es una rotura que tiene lugar a lo largo de la longitud del menisco.
  • Roturas en asa de cubo: Es una forma exagerada de una rotura longitudinal en la que una porción del menisco se separa de la tibia formando un colgajo similar al asa de un cubo.

Tratamiento de la lesión de menisco cartilaginoso interno
Qué puede hacer el atleta:
  • Aplicar RICE (reposo, hielo, compresión, elevación)a la rodilla lesionada.
  • Ponerse una rodillera o una sujeción que retenga el calor.
  • Ejercicios suaves para mantener la fuerza del cuádriceps, aunque debe llevarse cuidado para no agravar los síntomas.
  • Tomar glucosamina / un suplemento curativo articular.
  • Consultar a un Especialista en Lesiones Deportivas.

Un médico deportivo puede:
El primer propósito del especialista en lesiones deportivas será diagnosticar correctamente la lesión. Puede hacerlo utilizando pruebas específicas para roturas meniscales como es el test de McMurray. Una vez diagnosticado el practicante puede considerar dos modalidades diferentes de tratamiento dependiendo del alcance de la lesión.

1. Tratamiento Conservador
Puede estar indicado en el caso de una rotura pequeña o un menisco degenerativo y puede implicar:
  • Hielo, compresión y prescripción de AINES, por ejemplo Ibuprofeno.
  • Electroterapia, esto es, ultrasonidos, laserterapia y TENS.
  • Terapia manual.
  • Una vez que se ha calmado el dolor pueden mandarse ejercicios para aumentar el rango de movimiento, el equilibrio y mantener la fuerza del cuádriceps. Éstos pueden incluir: ponerse en cuclillas, simples elevaciones de pantorrilla y técnicas en tabla basculante.
2. Intervención Quirúrgica
En caso de desgarros meniscales más severos tal como una rotura en asa de cubo, pueden ser necesarios procedimientos de cirugía artroscópica para reparar la lesión. El propósito de la cirugía es preservar tanto cartílago meniscal como sea posible. El procedimiento en sí mismo normalmente supondrá sutura del menisco desgarrado. El éxito de la cirugía depende no sólo de la gravedad de la rotura sino también de la edad y el estado psíquico del paciente. Es sabido que los pacientes más jóvenes y más en forma son los que mejores resultados obtienen.
Después de la cirugía se trazará un programa de ejercicio rehabilitador para el paciente, el cual puede incluir un entrenamiento de fuerza y equilibrio. Será necesaria una completa cooperación con el programa para maximizar la recuperación.




AUTOR:
lirios dueñas moscardo

LIRIOS DUEÑAS MOSCARDO
Fisioterapeuta .Profesora Escuela de Fisioterapia Universidad de Valencia

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