miércoles, 2 de febrero de 2011

100 Años de Aviación en México - Las aventuras de Braniff (Primera Parte)

El sentido de patriotismo y sin duda el nacionalismo mexicano ya son leyenda en esta parte del continente e incluso a nivel mundial, son conocidos sus enfrentamientos revolucionarios de principios de siglo pero eran poco conocidos los hechos que motivaron en parte los inicios de la aviación en dicho país, hechos que en gran medida tuvieron que ver con las celebraciones por el centenario de la independencia azteca.


El entonces presidente Porfirio Diaz fue uno de los que impulsaron la aviación en México, a parte de la razón mencionada en el párrafo anterior, existión tal vez algunas más personales: su necesidad de reelección y la aparición de los contrareleccionistas encabezados en ese entonces por Madero; sea cual fuere el interés real, es cierto que los aviones podían servirle para controlar los recientes movimientos rebeldes que se estaban desarrollando en el país debido al descontento popular y serían sin duda una forma de demostrar poder.



El Presidente Porfirio para 1909, ya había enviado una misión a Francia integrada por tres oficiales con la finalidad de estudiar los secretos de los aeroestatos, los entonces capitanes Alducín, Federico Cervantes y Nicolas Martine. Posteriormente, Victoriano Huerta hizo lo propio firmando un contrato con la firma de Louis Blériot para adquirir 20 monoplanos, incluyendo los servicios de instrucción a 30 cadetes, de este grupo saldría la primera promoción de aviadores mexicanos, un total de 24 se graduaron regresando al país en 1913.

Este afán por lo aeronáutico se tradujo en el primer vuelo tripulado en una máquina controlada por el hombre, vuelo que se realizó en los llanos de Balbuena a las afueras de Ciudad de México, la iniciativa fue obra de Alberto Braniff. La historia nos cuenta que era hijo de un empresario, honbre aficionado a los deportes y a los retos, dos cualidades de un aviador. Braniff había conocido en Francia durante sus vacaciones, al Sr. Maurice Tabuteau, piloto que le demostró las bondades del vuelo y le enseño los pormenores de esta para entonces, pecualiar y adinerada actividad. 

Sabemos que por ese entonces Issy-Les-Moulineaux era el imán y cuna de casi todos los aviadores de renombre y los hermanos Voisin tenían una fama ganada con sus aparatos en torneos importantes, además de disponer de los mejores biplanos en ese momento disponibles en Europa. Braniff, tal vez observando estas razones más los consejos de su amigo: Tabuteau, decide estudiar en la escuela que dictaban los hermanos y además compró un biplano en la fábrica Appareils de Aviation Les Féres Voisin, firma que por cierto es la primera en fabricación en serie de aviones a nivel mundial.


El biplano elegido era un Voisin modelo estandar, equipado con un motor E.N.V de 60 caballos (1,400 rpm), dicho motor impulsaba una hélkice bipala metálica tipo Voisin, ambos (motor y hélice), estaban ubicados en la parte posterior de la cabina del piloto. Este biplano empleaba todavía el viejo sistema diseñado por los hermanos Voisin para mantener a estabilidad que consistía en "cortinas" o planos verticales de tela colocados entre las dos alas, sistema que fue suprimido cuando diseñaron el Voisin Tipo de Course en sus versiones civil y militar, aeronave que fuera empleada en Lima para el primer vuelo. Las medidas de esta aeronave eran (medidas según el constructor):

Envergadura: 10 metros.
Longitud: 10.5 metros.
Superficie alar: 49.75 m²
Peso en vacío: 445 kg
Imagen 1: Una toma del Voisin de Braniff en pleno vuelo - Imagen tomada del libro de Manuel Ruiz Romero, Grandes Vuelos en la Aviación Mexicana, México, Grupo editorial Aviación, 1986, p. 24.
Imagen 2: Fotografía de Alberto Braniff con casco de piloto, estos cascos eran de cuero y acolchados de una consistencia fuerte - Imagen tomada del libro de Manuel Ruiz Romero, Grandes Vuelos en la Aviación Mexicana, México, Grupo editorial Aviación, 1986, p. 25.
Imagen 3: El Voisin elevándose sobre los llanos de Balbuena - Imagen tomada del libro de Manuel Ruiz Romero, Grandes Vuelos en la Aviación Mexicana, México, Grupo editorial Aviación, 1986, p. 23.
Imagen 4: Un motor E.N.V. de 8 cilindros en V y 60 hp, similar al empleado por Braniff en el Voisin - imagen del autor.

Continuará...

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