16/6/07

¿Por qué tenemos reducir el consumo de energía y del resto de bienes de consumo?

Es dificil de creer. Esta es la cantidad de energía medida en barriles de petroleo que estamos produciendo y gastando ahora mismo...




En el blog de Gabriel Tobar, Ni nuclear ni otras, Gracias, he encontrado este contador. Lo primero que debo decir es que me ha entusiasmado la idea de que se pueda ver gráficamente lo que estamos produciendo y gastando. En el tema energético siempre nos perdemos entre magnitudes y ceros. Lo siguiente que me ha venido a la mente ha sido incredulidad, porque aunque leo con asiduidad sobre el tema, no podía imaginar que nuestro consumo sea tan desproporcionado.

Los datos más interesantes que Gabriel nos ofrece son:

-El consumo mundial anual (en 2005) de energía en barriles equivalentes de petróleo era 10.537 millones de toneladas. Dicho consumo aumenta cada día.

-Consumo de energía primaria mundial: 2.439 barriles por segundo. Solamente se incluye la energía comerciada. NO se incluye el consumo de madera, turba y restos orgánicos. Tampoco incluye eólica, geotérmica, solar, ni biocombustibles.

-Producción “alternativas”: 65.9 barriles por segundo. Incluye solamente eólica y solar y sólo la energía comercializada.

Estos datos no vienen sino a confirmar hecho evidentes y muy duros:

PRIMERO. Que es imposible que nuestro modelo pueda extenderse al resto del mundo. El 20% de la población consumimos el 80% de la energía. Si ellos consumiesen lo mismo que nosotros cuadruplicaríamos el consumo.

SEGUNDO. Si reconocemos pues que todo lo que estamos gastando no puede ser consumido por el resto de países en vías de desarrollo, ¿es ético entonces que digamos tan tranquilamente que vamos a incrementar nuestro consumo de energía más todavía en el futuro?. Esto es inmoral, pero aceptado por todos (los del 20%).

TERCERO. De cualquier forma es evidente que el modelo de vida y los patrones de consumo de los países desarrollados son la gran aspiración del resto del mundo. Todos quieren ser lo que somos. Somos irresponsables pero además crueles porque nuestro propio desarrollo es insostenible, y por ende, el de los países pobres es imposible.

CUARTO. Solo hay un camino que hoy por hoy sabemos que funcionaría y es cambiar nuestro patrones de consumo y de desarrollo a patrones que puedan ser facilmente universalizados, con un coste medioambiental ínfimo, y no hay otro camino que reducir consumo y crecimiento económico tal y como lo conocemos, y reconducir estos recursos hacia los que carecen de ellos. Eso sabemos que funcionaría pero en vez de eso confiamos en una quimera tecnológica que no llega, y que no sabemos si llegará.

De nuevo es facil perderse entre grandes cifras y objetivos tan inabarcables por la mente humana. Finalmente todos es una cuestión ética y moral. Cuando alguien consume un bien debería preguntarse si ese consumo sería posible si lo multiplicásemos por 6600 millones, que es el número de personas en el planeta. Llegaríamos así a conclusiones bastante clarificadoras. Tal vez fuera posible que 6600 millones de personas pudieran aspirar a comer, a beber agua, a recibir educación e incluso pudieran ser usuarios de internet, consumir audio y video desde la red y disfrutar de los fines de semana dando un paseo en un medio ambiente límpio y natural. Todo lo anterior repito "tal vez" fuera posible, pero está claro que dejaría una huella medioambiental importante.


Ahora debemos preguntarnos si es posible producir 6600 millones de coches, o que ese número de turistas viajando de continente en continente, o ese número de mp3, móviles, ordenadores personales que se cambian cada 4 o 5 años. Incluso algo tan aparentemente intrascendente como tener en el cuarto de baño 2 o 3 frascos de perfume, 4 o 5 botes de champú y jabón es posible que no fuera posible si lo multiplicamos por 6600 millones. La pregunta es entonces. ¿Podemos sentirnos moralmente bien consumiendo esto?. La respuesta es muy personal. El no querer ni escuchar la pregunta tal vez sea lo que más se estila hoy en día.
Pero tal vez a fuerza de repetir esta pregunta podamos intuir cual es el único camino posible ahora mismo hacia la sosteniblidad. O reducir el consumo, o reducir los que somos para consumir.

2 comentarios:

L.B. >> SiNce 1586 dijo...

excelente analisis, felicitaciones por tu conciencia, esperemos que mas gente se de cuenta que en forma similar a las hormigas o abejas que tienen un patron de comportamiento colectivo, nosotros debemos desarrollar nada mas sino la conciencia colectiva...

Alberto Rey dijo...

Coincido contigo que habría que fomentar valores menos individualistas, pero en un mundo donde los que mandan y organizan nadan en la abundancia, es difícil de promocionar esta idea.

Si hay algún tipo de solución creo que vendrá desde abajo. Necesitamos revoluciones a la vieja usanza, que los países que tienen los recursos impongan trabas al expolio de sus recursos, y solo así es posible que nos sentemos a hablar de como arregalr lo que pasa en el mundo.

Son buenas noticias que en Latinoamérica y África comienzan a levantarse desde hace tiempo voces discrepantes.