martes, 19 de julio de 2011

¡Ya puedo 'bramblear'!


Si hace unos días comentaba en este blog mi decepción ante la no puesta en carta del sugerente y refrescante bramble en el Cosmopolitan Dry Martini, felizmente escribo este post para informaros que el caballero De las Muelas ha cumplido con creces su promesa y ya disponen del mismo tanto en el Dry Martini en Barcelona como en su sucursal en Madrid.  
¿A qué esperáis para ir a probarlo? Por supuesto, yo he ido. La foto parece un clon de la que nos tomaron a mi amiga María y a mí en febrero en Barcelona, pero esta ha sido hoy en julio en Madrid. La bebida de cada una ha sido la misma de entonces.

miércoles, 13 de julio de 2011

Starbucks es una basura

Aunque parezca mentira, jamás había entrado en un Starbucks. Hasta hoy. En el McDonald's de los cafés te sirven el café con leche en taza sin plato, pero no una taza de las que no llevan plato, sino de las que sí llevan. En Starbucks no hay cucharitas, sólo unos palitos de madera. En el fast food de los cafés te pones tú el azúcar en un mostrador directamente de un azucarero. Todo por el módico precio de 1,90€. Definitivamente, Starbucks no mola, aunque te encuentres a Cristina Valls Taberner. Tiene cara de buena persona. Lástima que esté un poco gorda. Para la gente con tanto dinero, ¿no es más fácil guardar la línea?

martes, 12 de julio de 2011

Fin de semana de calor..., si no hay playa, ¿dónde mejor que en casa?

Uno de estos fines de semana, de insidiosa canícula, me dediqué, como muchas veces, al hedonismo bien entendido. A través del gusto, el olfato y la vista, ingerí miel para los sentidos. Un Rueda que no sabe a verdejo (el productor busca justo lo contrario, pero así es la vida, el placer para unos es el disgusto para otros) refrescó mi paladar, obnubiló mis papilas gustativas y me adormeció como si Morfeo me quisiera presta para la siesta. De nombre Eresma, me hizo sentir cual Omar Kayyan escribiendo sus Rubaiyat, y me reconcilió (un poquito, tan solo un poquito) con la D.O. Rueda que tanto ingnoraba.

El placer infinito vino, no obstante, con el alimento. Llevo años jactándome de no haber probado carne mejor que la degustada en un restaurante de Nueva Orleans allá por el año 92 del pasado siglo. Hasta el otro día. ¿Quién me diría a mí que la iba a probar de una ganadería de Madrid? Bajo el nombre La Finca de Jiménez Barbero, tres hermanos producen una carne de excelentes cualidades y excelso sabor. Bueyes (sí, bueyes) criados en la sierra Oeste de Madrid a base de maíz, cebada, soja y trigo son un bocado exquisito para el paladar carnívoro. Ni corta ni perezosa me tomé un chuletón de buey cocinado en la maravillosa barbacoa eléctrica que hace unos años me regalaron mis padres. Aderezado con la fantástica flor de sal del Cabo de Gata, ¡imposible imaginar tan delicioso ágape hasta probarlo!

Gracias, Cristina y Rosalía, por los momentos de placer dados.

sábado, 2 de julio de 2011

¡Vaya semanita! (de hombres guapos, carne, cócteles y champagne)

La semana social empezó bien pronto. El lunes por la tarde me escapé un ratito al Premium Bartenders Show, este año en el palacio de congresos de Castellana. Con mis amigas Mónica y Rosana probé algunos cócteles muy ricos (sobre todo los de la zona central que, alejados del patrocinio de marcas, elaboraban cócteles clásicos y de invención propia). Había bastante gente pero, seguramente, con menos calor hubiera habido mucha gente más. Por allí un ubicuo Fernando Mendieta de Gramona (cava que, por cierto, ha sido tildado recientemente en The Wall Street Journal como una 'revolución'), una alegre Cristina Tierno, y una guapísima y rejuvenecida Gina Ruiz del Valle, organizadora del evento.

Más tarde, con Mónica y María, nos dejamos caer por La Moraleja invitadas por Pedro Ureña a la inauguración del nuevo local con nuevo concepto del grupo La Máquina. De estilo dinner americano, Back Corner se perfila como todo un éxito en una Moraleja plena de ocio gastronómico. En la inauguración(abarrotada) poca gente de la prensa gastronómica, muchos habitantes de la zona, amigos del grupo y un puñado de famosos como la familia Obregón casi al completo, una ex miss España, y el todavía guapísimo (aunque macarrilla) Carlos Lozano, entre otros.
Con Mónica y Carlos Lozano (el guapo nº 1)
Ya el martes, asistí a una clase magistral de cócteles impartida por el bartender de bandera del ron venezolano Santa Teresa Jim Wrigley. La cita era a las 20 horas en La Turba aunque a las nueve tenía que salir pitando. Un periodista tardón (que al final resultó que dío plantón) nos obligó a comenzar la clase pasadas las ocho y media, con lo cual sólo tuve tiempo de preparar un aguado mojito (el de Jim salió perfecto, pero el mio...).
Jim Wrigley, el guapo nº2, aunque la foto no le
hace justicia.
El miércoles, superado un desencuentro y agendas que no cuadraban, por fin fui a la tienda-degustación que tiene Hamburguesa Nostra en Európolis. Rodeada de almacenes de muebles, Mercadona y la Casa del Tomate, encontramos un establecimiento donde poder comprar las 30 variedades de la firma, y una zona, al fondo, donde poder comer la hamburguesa de nuestra elección acompañada de  patatas chip aderezadas con pimentón de la Vera y cortadas con un grosor superior a lo que estamos acostumbrados, y de unas salsas muy ricas ideadas (al igual que las hamburguesas) por el chef Juan Pozuelo. Cual conejillo de Indias, Juan Pozuelo me dio a probar cuatro mini hamburguesas fuera de carta, con boletus, con chantarella, con perrechicos y con boletus + chantarella (la mejor de las cuatro).



Después, vino un festín de porciones de cuatro burgers más con trufa, la Juan Pozuelo (de ternera de la sierra de Guadarrama, cebolla pochada, pistachos y aceite de trufa), la normanda (de ternera de la sierra de Guadarrama, avellana, manzana y tomate seco) que creí que no me iba a gustar por la manzana pero que acabó entusiasmándome y la japonesa (con wasabi y soja), acompañadas por un chispeante champagne Drappier que, aviso a los locos champaneros, lo tienen en promoción a 25 euros la botella. ¡Regalado! Respecto a esto último, me comentó Juan que los clientes lo consumían poco pues todavía no se hacen a la idea del gran maridaje que supone una buena hamburguesa con champagne (ellos se lo pierden, qué sigan tomando cerveza y coca-cola, los amantes del champagne aprovecharemos la promoción).
Genial la comida, genial la bebida pero discordante con el concepto y la decoración la nueva creatividad de la firma con la familia de hamburguesitas (ved y opinad, están en la web). Por lo demás, chapeau! Y yo pregunto, ¿para cuándo en Madrid?
Con Juan Pozuelo, el guapo nº 3