domingo, 1 de agosto de 2010

Cuento sobre las ONG ambientales de Venezuela


Voy a empezar contando algo que les puedo asegurar muy poca gente sabe. Hace más de 80 años atrás se creó la primera organización “ambientalista” de Venezuela. Les hablo de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, creada en octubre de 1929, nacida para promover el conocimiento de los recursos naturales de un país pobre y muy rural.
Y les voy a decir algo más, que quizás tampoco saben: en el día de hoy, y a partir de una investigación realizada por la Fundación Tierra Viva, se ha encontrado que al menos existen unas 130 organizaciones no gubernamentales (ONG) dedicadas al ambiente, su conocimiento y conservación.
Esas ONG ambientales son las principales ejecutoras de proyectos con especies amenazadas en el país tales como el oso frontino, las 4 especies de tortugas marinas que se reproducen en nuestras costas, la tortuga arrau o del Orinoco, los caimanes de la Costa y del Orinoco y la cotorra margariteña, entre otras.
Además, su labor educativa, tanto en el ámbito formal como no formal, ha servido para promover conocimiento y acción en niños, jóvenes, docentes y en la comunidad en general. En esta tarea, estas organizaciones han “traducido” el conocimiento científico-técnico en información básica y recomendaciones prácticas para impulsar proyectos orientados a educar “ambientalmente” a los venezolanos.

La gente es importante
Por muchos años, las organizaciones ambientalistas o conservacionistas, dedicaron su mayor esfuerzo en la preservación del ambiente o desarrollar materiales educativos que permitieron conocer mejor nuestra fauna.
La creación de varias área protegidas como los parques nacionales Archipiélago de los Roques (1972), Dinira (1988) o Turuepano (1991), el Refugio de Fauna Silvestre de Isla de Aves (1972) o el Santuario Fauna Silvestre Cuevas de Paraguana (2008), son consecuencia del trabajo de instituciones como la Fundación Científica Los Roques, FUDENA, la Asociación Civil Chunikai, Provita o ACOANA.
En su labor educativa, las ONG lograron que se conocieran una gran variedad de animales emblemáticos de Venezuela, la mayoría poco conocidos principalmente por los habitantes de las grandes ciudades. Un ejemplo notable es el oso frontino, el único oso suramericano, que “destronó” al oso panda, especie más conocida gracias a la labor de una importante ONG mundial, la llamada WWF.
Pero desde hace algún tiempo, las ONG han entendido que para la conservación efectiva de los recursos, es necesaria la participación de la gente, quienes adicionalmente deben entender los beneficios directos e indirectos del entorno.
En otras palabras, las ONG han incorporado el concepto de desarrollo sustentable, en el cual se busca una relación armoniosa entre los aspectos ambientales, económicos y sociales. Así, la Fundación Andes Tropicales han desarrollado un proyecto de turismo de base comunitaria, que se sustenta en la conservación del ambiente y la generación de empleo a través de la creación de posadas atendidos por los propios habitantes de los páramos venezolanos.
Por su parte, la Fundación Tierra Viva, alrededor del Parque Nacional Henri Pittier, ha trabajado para la producción de cacao orgánico, fortaleciendo la organización comunitaria y ayudando a los productores a entender la importancia del área protegida y sus servicios para las fincas de la región. Los resultados muestran que la producción de este rubro agrícola se ha incrementado, los precios han mejorado y que los habitantes reconocen y protegen al parque nacional.
Las ONG ambientales de Venezuela trabajan en parques nacionales, por la conservación de cuencas, para fomentar el turismo sustentable, promover el reciclaje, concienciar sobre el uso racional del agua, pero por sobre todo para garantizar una mejor calidad de vida para todos los venezolanos.

1 comentario:

Loredana Settimo dijo...

Hola Alejandro,muy bueno tu artículo!!! Cuáles de las ONG hace conciencia o toma en cuenta el tema del reciclaje en nuestro país? y qué reciclan?? Saludos!!