sábado, 26 de diciembre de 2009

Tres historias de princesas y sapos


Historia Nº 1.
Parte de la historia tradicional, la mil veces escuchada, la que dio origen a todo. Una bruja hechiza a un príncipe y lo convierte en sapo. Sólo un beso de amor podría revertir tal maleficio. Ya no me acuerdo como, pero una joven mujer se entera del cuento, consigue su sapo, lo besa y luego obtiene su príncipe. Allí queda la historia oficial. Luego se ha sabido que el príncipe y la princesa no tuvieron lo que se llama un final muy feliz. El engordó y apoyado en sus riquezas se volvió patán y mujeriego. Ella por su parte, también se hizo vieja, y frígida y gorda. Pero a nadie le interesó esa parte de la historia. El fracaso no tiene cabida en los cuentos de hadas.
Historia Nº 2.
Debió nacer de manos de un de esos cuenta cuentos que interpretaron como su principal función cambiar las fábulas hasta ahora oídas, es decir, hacer cuentos reaccionarios, que poco a poco se volvieron tan predecibles como los que estos buscaban sustituir. Pues esta vez la princesa, escuchó la historia del sapo que realmente era un príncipe embrujado y procedió a besarlo. Pero el maleficio fue mal entendido. Al ella poner sus labios en la fría piel del batracio, en un instante se convirtió en sapa, o sapo hembra, porque las ranas son otra cosa. De allí en adelante, su vida se limitó a un pantano, a sentir el abrazo que la estimularía a depositar sus huevos para que, en el agua, fueran fertilizados por la pareja del momento. No hubo castillos rosados, sólo pura y simple biología reproductiva.
Historia Nº 3.
Ella besó un sapo por pura curiosidad de saber lo que sintió aquella princesa. No esperaba cambio alguno en la anatomía del anuro. Al hacerlo, aquella fría y rugosa piel le causó un grato escalofrío en toda su mamífera piel. Sintió en ese momento el goce que nunca le había proporcionado un hombre, con sus caricias torpes y sus babosos besos. Y así fue buscando y besando sapos; animales que se convirtieron en fetiche. Ahora ella, a diferencia de las otras, besa sapos para darse placer.
Alejandro Luy
© Nojile. 4 de febrero de 2006.

Ilustración: Rogelio Chovet

4 comentarios:

Alejandro Álvarez Iragorry dijo...

Tas perversito ¿qué comiste en Navidad?

Unknown dijo...

Historia 4

La princesa quería creer en historias de hadas. Cada vez que conocia un principe, al besarlo, este indiscutiblemente se convertía en sapo. Con cada "principe" que besaba, poblaba de sapos su entorno y perdía cada vez la ilusión de conocer a su principe azul.

Oona dijo...

Apoyo la historia 4 de alexandra tiene logica y me parece muy real, al final la mayoria de nosotras las princesas buscamos al principe pero lo que se acerca sin explicacion aparente son puros sapos!. Cambiamos de tactica pero el resultado son sapos. Nos cambiamos el look pero el resultado son sapos y asi pare usted de contar. Terminamos viendo sapos por todos lados y sin esperanzas de encontrar al principe... hay casos en que te terminas sintiendo mas sapa que princesa pero luego el amor por el bienestar amoroso te convierte en Princesa indiscutible!! ... apoyo la historia 4!!!

Juan Gomez dijo...

Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron enfermedades de herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro, todavía buscaba un Cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. Al principio no podía creerlo, pero también me sorprendió después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy muy feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un medio ambiente mejor, comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2349123794867