21 de marzo de 2010

Priego de Córdoba

     El 21 de marzo nuestra  Asociación “En Ruta”  realizó su primera visita cultural del año, Priego de Córdoba una de las muchas ciudades con encanto existente en nuestra Andalucía fue la elegida, el día se desarrollo con normalidad a pesar de las predicciones meteorológicas, el grupo disfruto a partir de media mañana de un sol espléndido y la jornada fue satisfactoria.


     El itinerario comenzó por la mañana en la Plaza de la Constitución donde esta ubicado el Ayuntamiento, conocido como “El Paseillo”, el edificio fue construido donde antaño estaba el Convento de Santa Clara, de el solo se conserva algunos valiosos lienzos.



     Las majestuosas iglesias que visitamos nos dieron una perfecta muestra del barroco andaluz, el núcleo antiguo urbano de origen musulmán nos mostró la belleza de estas estrechas calles, envueltas en coloridos florales y blancas paredes, y el balcón natural del Adarve nos obsequios con las maravillosas vistas al cordel montañoso de esta estupenda comarca.


     Acabada la jornada matinal descansamos para el almuerzo, sería muy extenso hablar de todos los platos y reposterías típicas que existen en el pueblo, solo destacaremos el exquisito salmorejo cordobés o el aceite virgen de dominación de origen.


     Tras el descanso y en la jornada de tarde el grupo tuvo el gusto de visitar el Castillo Árabe, solo la fachada, por encontrarse en vía de restauración, éste de carácter militar, declarado Monumento Nacional, las Carnicerías Reales, de estilo manierista, donde encontraron un patio porticado y una escalera de piedra en espiral.



     Visitamos también el Centro Cultural "Adolfo Lozano Sidro" donde disfrutamos de importantes piezas del pasado histórico de la ciudad.




     Pero el monumento más emblemático fue la Fuente del Rey, compuestas por tres estanques rodeadas de 139 caños, gobernada por el conjunto escultórico del Dios Neptuno, las abundantes lluvias caídas durantes estos tres meses hicieron que el constante manar de las aguas fuera aún más espectacular, un poco más arriba la Fuente de la Salud, manantial natural del pueblo, cuenta la historia que el nombre le viene dado porque en la época en que la ciudad fue azotada por la peste las personas que bebieron de sus aguas no enfermaron.


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