Dedicado a mis fotografías

Fotografías y comentarios

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lunes, 24 de mayo de 2010

¡Que fea es la vejez!

Buscando una fotografía para subir al blog, he visto esta que me trae el recuerdo de esta escena. Pensaba que era del año pasado pero al poner el ratón encima ha salido la fecha, 25-10-2008 ¡Que barbaridad! Un año y siete meses, creía que eran estos últimos los que habían pasado, pero no un año más.
Acostumbramos a decir, ¡Como se va el tiempo! y no es este el que se va, somos nosotros los que nos vamos yendo, los que cada día que pasa sentimos un poco más de cansancio, nos damos cuenta de que ya necesitamos las gafas para todo, de que siempre hay algo que nos duele, cuando no es en el cuerpo es en el alma, a veces es difícil mostrar alegría cuando lo que sientes es ganas de llorar, nos invade la tristeza por que no puedes hacer todo lo que quieres.
A la juventud no le interesa la experiencia de los mayores, está pasada de moda, ahora se vive y se piensa de otra manera. 
Tengo una vecina que siempre que me ve dice " Marinela, ¡que fea es la vejez"  y cuanta razón tiene, y no es tanto por las arrugas que por lo incapacitante que es, por ese querer y no poder, y si haces todo lo que puedes por mantenerte activa de cuerpo y mente, llega un día y te preguntas ¿Merece la pena tanto sacrificio?
Antes o después necesitaremos la ayuda de otros, unos nos la darán con cariño para otros seremos una carga.
Esta fotografía está tomada junto a la Catedral, dos adultos, hombre y mujer y un niño o niña, no se distinguía el sexo, ellos tocaban sus guitarras y el niño-niña hacia sonar el tambor con un ritmo impresionante para la poca edad que representaba. Su música atrajo a la gente que pasaba por allí y se paraba a ver el espectáculo improvisado de esta familia que recordaban a los hippies de los años sesenta. Yo me pregunto: ¿Sera esa una forma de libertad? Unos trapos viejos, unos euros para comer y su música para alimentar su espíritu.
   

miércoles, 19 de mayo de 2010

Música en el parque

El domingo día quince de mayo, un día primaveral con sol y a la vez con una suave brisa que apetecía llevar la leve chaqueta de algodón que llevaba. 
El parque estaba lleno de gentes paseando y haciendo fotografías, muchos padres con sus niños montados en sus bicicletas, lo que más me llamó la atención y más gracias me hizo, fue un pequeñín, con no más tres años queriendo patinar en un monopatín. Se le veía con gran resolución  queriendo dominar aquella tabla con ruedas. 
Paseando nos llego el sonido de música clásica y nos acercamos al sitio de donde venia. Era un sexteto que todos los domingos da un concierto en esta glorieta. Nos sentamos un rato, y cuando termino, seguimos andando hasta llegar al Pabellón Mudéjar, donde está el Museo de Arte y Costumbres Populares.
Al pararnos frente a la entrada, volvimos a oír música, pero esta era diferente, decidimos entrar y nos encontramos con un concierto que daba la Banda de Música Guaditoca de  Guadalcanal, pueblo de la provincia de Sevilla. 
Cuando llegamos ya estaba empezado, pudimos oír tres piezas, las tres eran bandas sonoras de películas.  
La verdad es que no me esperaba que en un pueblo más bien pequeño, tuvieran una agrupación musical tan grande y buena.
Pase una mañana de domingo muy agradable, entre el tiempo que acompañaba y escuchar música en directo, fue una delicia.
Estos conciertos en el parque duraran hasta las dos primeras semanas de junio, los del Pabellón Mudéjar serán dados por bandas de música diferentes y me pareció entender, los fines de semanas, es decir que los sábados también.
Aquí pongo las fotografías de las dos orquestas.  

Anocheciendo

Sevilla a ultima hora de la tarde, ya anocheciendo, la fotografía está tomada desde las escaleras que están frente a la Torre del Oro y suben al Paseo de Colon. 
Me pareció bonita esta toma, ya con las luces encendidas a la otra parte del río, aunque este no se ve por los coches que están aparcados en su margen y el que se cruzo en el momento de disparar la cámara.  

domingo, 16 de mayo de 2010

Flor del jarro

Ayer estuve en la casa de una de mis hijas que tiene un pequeño jardín, esta planta de  Flor del jarro, con este  nombre la he conocido toda mi vida, ahora se que también se le llama Cala. ¡Pues bien, me dio mucha alegría verla así de bonita! esta planta es la que yo he visto crecer y multiplicarse en el patio de la casa de mis padres, esta misma es la que mi madre cuidaba, ya que hace unos meses fui a la casa y me traje unas cuantas plantas que repartí, quedándome yo con una cebollas pequeñas, creyendo que en mi terraza no iban a crecer bien, pero mira por donde, lo que eran unas hojitas muy pequeñas en poco tiempo han crecido bastantes y se están poniendo muy bonitas. Aún no llevan flores por que son muy nuevas y las cebollas pequeñas. Si tengo suerte y no se infestan de algún insecto para el año que viene puede que le vea alguna flor.
He tenido varias clases de plantas en mi terraza pero las he tenido que quitar por culpa de las plagas que le atacan. La buganvilia que hace unos días podamos, se la esta comiendo unos bichos que le atacan en los tallos nuevos que le van saliendo. Mañana la volveré a tratar a ves si consigo salvarla.
 





jueves, 6 de mayo de 2010

Un espejo en la ventana

Esta Fotografía es de octubre de 2008, esta ventana está junto al Ayuntamiento, es del edificio de un Banco.
Estaba parada junto a ella viendo a uno de estos artistas callejeros haciendo su actuación. 
Un poco aburrida, me di la vuelta y me quede mirando las rejas de esta ventana, al fijar mi vista en el cristal,  me quede sorprendida al ver un edificio, árboles y gentes a través de el, no duro mucho el engaño óptico, no veía a través del cristal, era el reflejo de lo que había en frente de la ventana, me gusto tanto que saque esta fotografía. No pude sacarla entera  porque el reflejo solo se veía a una distancia, al cambiar de postura desaparecía.
Esto me lleva a pensar, en cuantas veces las personas vemos o sentimos cosas bonitas que nos hacen felices y que por unas palabras o gestos bruscos de otras, desaparecen, rompiendo la magia del cristal donde se reflejaba aquello que nos daba felicidad.   


domingo, 2 de mayo de 2010

Palomas y gorriones

Hoy en mi paseo matutino, después de dos días sin salir a caminar me sentí cansada y al pasar por una pequeña plaza me senté en uno de sus bancos. Me quede mirando el suelo de albero que estaba lleno de pequeñas bolitas, semillas de unas plantas de Tuyas que rodeaban la plaza.
No hacia mucho que descansaba, cuando unas palomas empezaron a bajar de las Palmeras, al momento pensé que venían a comer las semillas, pero no, alguien había tirado un puñado de gusanitos de patatas y se lanzaron a ellos, lo comente con mi acompañante que me respondió: " Es que son palomas modernas."
Y no quedo la cosa aquí, en busca de tan rico y moderno manjar, aparecieron dos pequeños gorriones queriendo su parte del festín y con mucha valentía desafiaron a las grandotas palomas a que les dejaran su pequeña porción, como así fue, en cuanto pudieron tomaron su trozo de gusanito y se fueron a un sitio seguro a comérselo.