El
Azor: Pirata de la Expesura...
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Una de las aves de
presa mejor dotadas de nuestra fauna, y una de las mas
difíciles de observar, es el azor (Accipiter gentilis
), el rey de las aves cetreras que, con sus
alas cortas de bordes redondeados y con su larga cola,
es capaz de hacer giros increíbles y alcanzar en poco
tiempo velocidades superiores a los 100 Km./h.
Perfectamente camuflada
por su plumaje entre la espesura, espera pacientemente,
vigilando con sus penetrantes ojos rojizos cualquier movimiento
en tierra o en el aire: roedores, lagartos, liebres, comadrejas,
perdices, urogallos, palomas, conejos, e incluso otras
rapaces.
La hembra llega a
ser hasta un tercio mayor que el macho y mucho mas poderosa,
habiéndose podido comprobar, en animales en cautividad,
que no tiene dificultad para matar y desplumar a su consorte.
El azor es un ave
sedentaria, que permanece año tras año en
el mismo territorio, reparando continuamente los nidos,
hasta que los pollos vuelan. En primavera, la hembra deposita
3 huevos que incuba (ayudado en circunstancias por el
macho ) durante 40 días. Los pollos nacen recubiertos
de un plumón grisáceo que acaba convirtiéndose en blanco,
al cabo de una semana, y en las plumas coberteras, progresivamente,
a las 3 semanas. Durante el primer mes, la hembra trocea
el alimento de los pollos; luego, cuando empiezan a salir
del nido, les dejan las piezas enteras para que aprendan
a despedazarlas ; al final, cuando empiezan los primeros
vuelos, la hembra les llevara presas heridas o disminuidas
físicamente. Por el mes de agosto, después de este magnifico
programa de formación, son expulsados por sus padres,
convertidos ya en auténticos piratas de la espesura.
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