1/9/08

Tropa de Elite

"La BOPE es el mejor equipo de combate urbano del mundo.
Nuestras tropas en Irak, deben aprender de la BOPE”.

Bian Serna, miembro de la
Guardia Nacional de EE.UU.

El Capitán Nascimiento se levanta todos los días muy temprano en su piso de clase media ubicado en un acomodado barrio de Rio de Janeiro. Se ducha, desayuna ligero y se despide con un fuerte beso en la frente de su esposa embarazada de seis meses. Después de eso se marcha al trabajo. El Capitán Nascimiento es miembro de la BOPE (Batalhão de Operações Policiais Especiais en portugués), un escuadrón similar al SWAT de Los Ángeles o incluso al Gope de Carabineros de Chile. Pero con una diferencia fundamental: La guerra que enfrenta la BOPE en las favelas de Rio es permanente, es diaria, lo que trasforma a esta escuadra como la mejor y más estrenada tropa de asalto urbana del planeta.

Difícil suponer si la rutina del Capitán Nascimiento es una dicha o un crucifijo. Pocos soldados en el orbe, pueden darse el lujo de despedirse de sus esposas todas las mañanas y desayunar con ella, pero por lo mismo, pocos soldados tienen el inconveniente de arrastrar problemas laborales hasta la más profunda intimidad.

El cine
La película brasileña del año 2007 Tropa de Elite, narra no sólo este aspecto del BOPE, quizás un asunto secundario dentro del drama, como también lo es la corrupción de la Policía Militar –otra institución policiaca-, el honor, la venganza, la ambición y los ideales. Logra además hacer de Ciudad de Deus, otra gran película-documental, una ficción también secundaria, dejándola como una brutal anécdota que dura 20 años dentro de un tema global que va más allá de la historia de un par de niños que crecen en una favela.
El fondo de Tropa de Elite es un análisis sociológico de la guerra contra el micro tráfico de las favelas de Rio de Janeiro y nos desnuda una verdad que es fácil de transpolar y ver en las “buenas intenciones” que el primer mundo tiene para con los “problemas” de América Latina, África y otros regiones del mundo que no se rigen por la lógica “occidental”.
Y es que para entender Tropa de Elite hay que escapar de la lógica del empate. Es paradójico, pero las historias de policía corrupta y muy dada a las violaciones a los DD.HH., versus mafias de traficantes que imponen una cierta seguridad en sus barrios a punta de Kalashnikov y otras armas, han creado una idea de que en el mentado caos, y entre estas dos bandas criminales, la no “estatal”, la que no representa a la sociedad y/o al sistema, es la preferible.
No, acá los buenos son los buenos –policías bastante exaltados, pero incorruptibles- y los malos son los malos de siempre –narcotraficantes que cuando las cosas se complican no dudan en matar a quien sea-, pero estos últimos no están sólo. La película apunta una obviedad: es la clase media y alta, que consumen las drogas, quienes mantienen un parte importante de esta guerra funcionando y es esa misma clase media y alta la que se espanta por la actitud de la corrupta y violenta de la policía. Es la misma que es capaz de salir a la calle por la muerte de un miembro de una ONG, pero no por la de un policía en servicio.
Claro, después de ver tamaña película, con un gran tratamiento visual tal como Carandirú o la nombrada Ciudad de Deus, uno se pregunta cómo se llegó hasta ese nivel de anarquía y de cinismo en las favelas de Rio de Janeiro. Asoman entonces palabras como eterno, estático, inquebrantable. Son muchos los que se benefician de esa guerra entrena y los violentos policías de la BOPE son uno de ellos, pero eso no los convierte en los más denostados por violar los DD.HH. con una intensidad pasmosa.

Sin fin
Sin embargo, y en eso la película es bastante clara, todos creen poder solucionar el entuerto, o mejor dicho todos creen poseer la verdad. Desde los policías hasta las ONG, las universidades e incluso los traficantes.
Lo que pasa es que al saber que no habrá fin, al tener la certeza que la guerra no va a terminar, -pues unos y otros ganan con la misma- afloran los temas individuales que mueven a los personajes. Esa metáfora es la que aclara el panorama. En rigor, cuando se impone una visión propia y cuando priman, ya no intereses personales, sino legítimos afectos individuales (como la ambición del Capitán Nascimiento de dejar la BOPE debido a que será padre y vive permanentemente estresado) es cuando la guerra no ve el término y escuadrones como los nombrados seguirán existiendo.

2 comentarios:

  1. Maximo Meridio que bueno que viste la peli, sin duda te adelantaste o atreviste antes que yo a escribir sobre ella. Me alegro que compartamos la opinión de que transciende a Cidade de Deus que se queda en la favela, sin querer quitar el mérito a ésta, pero no sale de ahí. Tropa de Elite me generó la sensación que siento también cuando escucho los problemas que se dan en Colombia, habría que demoler todo el sistema y volver a construirlo; aunque posiblemente caerían en laos mismos errores o en nuevos no por ello mejores. Nada más amigo, espero que todo te valla bien, mandame un mail diciendome cuando vuelves por tierras hispanas para poder ir preparando algo. Te deseo lo mejor; el viernes estrenan el Che que iré a ver para hacer un texto con Comandante que vi hace un par de semanas y de la que me guardo mi opinión poco favorable.

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  2. El trailer no me motivó, pero la bajaré y opinaré...
    ¿Qué opinas de Machuca? nunca hemos hablado eso...
    Ayer la volví a ver, por enésima vez... me gusta
    Y no creo que el "Goodbye Father McEnroe" sea copiado muajaja...

    La frase verificadora dice "it's cuba" muajaja

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