Amstel 100% Malta

Ya me perdonaréis. Por no escribir ningún post desde hace unos días y por irme sin avisar. Os cuento. Los últimos cinco días los hemos pasado en un refugio en el monte. Sin internet. Sin cobertura telefónica. Sin los lujos y comodidades de la vida moderna. Y la cerveza estuvo en esa misma línea. Una cerveza de las que yo llamo ‘de batalla’. Pero que entraba bien después de una marcha montañera.

El último año de carrera lo estudié en Haarlem, Holanda. Recuerdo que entonces siempre teníamos en la habitación una caja de cervezas, por lo general de marca Amstel o Grolsch. Y es que la marca Amstel es holandesa. Nació en Amsterdam en 1870, fundada por Jonkheer C.A. de Pesters y J.H. Van Marwijk que pusieron a su cervecería el nombre del río que pasa por su ciudad: Amstel. Para 1886 eran ya los mayores productores de cerveza de Amsterdam. En 1968 Amstel se fusionó con Heineken. Y en 1984 compraron la marca El Águila, con fábricas en Madrid y Valencia. Tras varios años de convivencia de ambos nombres en la marca —Águila Amstel— ha acabado imponiéndose el holandés, surgiendo así en España la marca Amstel.

A pesar de su nombre, Amstel 100% Malta es una cerveza española, por lo que quizás no tenga mucho que ver con la cerveza que yo bebía en Holanda. Es una cerveza lager de tipo Pilsener. De color dorado, presenta una espuma blanca, ligera y poco persistente. Es una cerveza bastante carbonatada, con cierto sabor a malta y un final amargo. No es santo de mi devoción, pero lo dicho: servida fría tras una marcha montañera entraba bien.