miércoles, 26 de marzo de 2008

Carta de Miguel Hernández a Josefina


Amor amado, amada:

Aquí en el Ebro los grillos cantan a la luna y a las balas fugaces, y me tarda ya el devorarnos. Sueño a mi morena de moreno todo, y al niño de mi niña y mío que redondea tu vientre. La lucha no durará, o esta guerra al menos. Y vencedor o vencido, muerto o vivo, volveré para hundirme en tu regazo de mujer madre esposa. Querrán quitarme la vida y puede que maten mi cuerpo; pero aun así perderán, pues mi vida está contigo y en el que contigo vive. Si me quieres escribir, si te dicen que caí... ya sabes mi paradero.


(Humilde y escaso homenaje a uno de los más grandes poetas españoles)

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