jueves, 27 de enero de 2011

Cosa Naranja que flota y no es una lata de Fanta. ¿Que puede ser?

Con 5 neumáticos por banda
motores a popa, a toda maquina
no corta el mar, si no vuela
un remolcador naranja.
Buque auxiliar que llaman
por su potencia, Julia
en todo vigo conocido
de uno al otro confín.


Bienvenidos una vez mas. En la conexion de esta semana os hablare un poco de mis practicas como mecánico naval a bordo del remolcador Julia, en el que serví durante 4 meses. Mis deberes como mecánico en practicas consistían en todo tipo de tareas, desde revisar niveles de aceite, hasta ayudar con el estibado de los víveres, pasando por llevar un cafecito a los compañeros del barco.



Es un barco pequeñito y majo. Para mi era el barquito de playmobil, así que podría decirse que yo era como un click a bordo. Pero para aquellos que ansíen de verdad saber como se siente ser un Playmobil, les conmino a preguntárselo a mi amiga Iris que lucio un hermoso modelo de disfraz de dicho juguete en los pasados carnavales. Volviendo al tema, os aburriré primero con algunos datos técnicos del barco. Posee dos motores principales Caterpillar que le proporcionan una potencia total de 1640 KW. Como compañeros posee dos motores auxiliares diseñados para dotar de energía al buque. La operación básica consiste en poner en marcha los motores auxiliares, arrancar los compresores y rellenar las botellas de aire con el fin de tener aire comprimido para la puesta en marcha de los principales. Nótese que para arrancar, los motores auxiliares necesitan energía eléctrica. Esta normalmente es suministrada por un cable al que estamos conectados a tierra durante el atraque, pero en caso de no contar con corriente externa, el barco cuenta con baterías para esos casos. Por lo demás, la sala de maquinas era un sitio de techo bajo por el que alguien de estatura 1,88 como yo debía caminar a paso de quasimodo con el fin de evitar golpes en la cabeza (NOTA: no siempre lo conseguí). El espacio estaba totalmente dominado por los dos motores. El olor a combustible y a lubricante empañaba el aire, y era imposible oír nada una vez estaban funcionando a toda maquina. En el mismo nivel tirando hacia la proa del buque, encontrábamos un pequeño pañol de reparaciones, donde de vez en cuando el jefe de maquinas gustaba de pasar el rato durmiendo o dándole patadas a un balón fabricado con cinta aislante. Hacia proa, se encuentra el servo del timón, en un pequeño compartimento de difícil acceso al que apode la cojonera. Mas de una vez tuve que arrastrarme dentro para limpiar y sellar una fuga de aceite que ya era como de la familia, da igual cuanto te esforzases, no podías deshacerte de ella.
Saliendo ya del Hades que es la sala de maquinas, tenemos la popa, que es un amplio espacio para poder maniobrar los operarios y donde esta la maquinilla de popa. En este espacio el Camarada Enrique solía sentarse a menudo con su puro, su copa de vino y disfrutar del suave bamboleo del mar, imagen un tanto esperpentica que provocaba miradas tensas cuando las docenas de turistas desembarcaban de los trasatlánticos de la adjunta terminal marítima.
En el interior de la superestructura tenemos los alojamientos de la tripulación: Un pequeño salón con television, una cocina, 2 dormitorios y un baño con ducha, nada que envidiar a la mas "superlujosa" de las caravanas. Siendo ya un tópico real, el salón tenia un aparato de DVD con una gran cantidad de títulos pornográficos adyacentes. Siento nada del otro mundo, uno de los marineros me enseño una vez una colección privada que consistía en películas pornográficas basadas en títulos de la segunda guerra mundial. Entre esos bizarros títulos teníamos "Coñogrado", "Los 12 del Prostíbulo", "Follar al soldado Ryan", "El Pene sobre el rió Kwai", etc....A día de hoy me sigo preguntando quien es el lumbreras que discurre los titulos.
Subiendo una cubierta mas, tenemos el puente, desde donde se dirige todo el barco. Desde ahí se podía operar todo el buque, el cual, para mi sorpresa contaba con una gran maniobrabilidad, que le permitia casi atracar en batería. Supongo que era necesario algo asi para poder atender bien el remolcaje de los buques.
A día de hoy los remolcadores cada vez desaparecen mas debido a que muchos buques cuentan con maniobrabilidad suficiente para entrar por su cuenta, pero aun no me rindo en mi deseo de volver a trabajar en uno, ya sea en vigo o a donde este oscuro camino llamado vida me lleve.
Se despide este viejo comandante. Deseando escribiros una vez mas la semana que viene.

2 comentarios:

  1. 1. parece una bombona flotante...q naranja
    2. Joe...QUÉ DE PORNO!

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  2. Hey que clase de Buque auxiliar era ese con cocina y porno!?..xd,yo los que suelo ver por el puerto de San Juan cerca de donde vivo,sus travesias duran de 25 a 40min,tendran cocina y porno jajajajaja,a toda maquina!!

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