Nuevo curso. Lo empezamos con "Los niños tontos"

Retomaré este blog con un tópico pero... !Qué rápido pasa el verano! ¡Adiós vacaciones!
Septiembre.
Ya hemos empezado las clases. Los primeros días nos cuesta. Bueno, ya cogeremos ritmo. Vayamos poco a poco pero con ganas.

Como en algunos grupos hemos estado leyendo esta mañana algún cuento de Los niños tontos de Ana Mª Matute y me habéis comentado que, aunque eran tristes , os gustaban, quiero compartir otro: El hijo de la lavandera.
Si en los que hemos leído dominaban los temas de la pérdida de la inocencia y la muerte trágica, en éste la temática es la crueldad infantil. La narración nos sobrecoge, es efectiva y emotiva por su combinación de crueldad y lirismo.

EL HIJO DE LA LAVANDERA

Al hijo de la lavandera le tiraban piedras los niños del administrador porque iba siempre cargado con un balde lleno de ropa, detrás de la gorda que era su madre, camino de los lavaderos. Los niños del administrador silbaban cuando pasaba, y se reían mucho viendo sus piernas, que parecían dos estaquitas secas, de esas que se parten con el calor, dando un chasquido. Al niño de la lavandera daban ganas de abrirle la cabeza pelada, como un melón-cepillo, a pedradas; la cabeza alargada y gris, con costurones, la cabeza idiota, que daba tanta rabia. Al niño de la lavandera un día lo bañó su madre en el barreño, y le puso jabón en la cabeza rapada, cabeza-sandía, cabeza-pedrusco, cabeza-cabezón-cabezota, que había que partírsela de una vez. Y la gorda le dio un beso en la monda lironda cabezorra, y allí donde el beso, a pedrada limpia le sacaron sangre los hijos del administrador, esperándole escondidos, detrás de las zarzamoras florecidas.