El escriba, de Robert y Shana ParkeHarrison

El escriba, de  Robert y Shana ParkeHarrison
"Un libro debería ser un hacha para romper el mar congelado en nuestro interior" "¿Por qué la gente del futuro se molestaría en leer el libro que escribes si no les habla personalmente, si no les ayuda a encontrar significado a su vida?" J.M. COETZEE ("VERANO")

5/10/09

La lechera de Vermeer


Antonio Muñoz Molina y Manuel Rivas coinciden en la fascinación por este cuadro, La lechera del holandes Johannes Vermeer . Son muchos los análisis realizados sobre este pequeño cuadro de apenas 40 centímetros que ahora se expone en Nueva York .


La vinculación entre las diferentes artes nos hace ver el mundo como un todo. Cuerpo y alma se funden y desprenden esencias intangibles.
Me fascina la gente que observa un cuandro de forma detallada, que permanece minutos y minutos frente a él. Me gustaría preguntarles qué ven ellos en esa pintura (alguna vez lo he hecho y siempre me han obsequidado con una agradable conversación que sucede en terrenos almados, fortalezas interiores a las que casi nunca se accede), preguntarles por qué les conmueve.
En una ocasión ocurrió al reves, observando un cuadro de Francis Bacon en el Museo Thyssen de Madrid. Era una irlandesa de unos cuarenta y tantos años, de pelo rojo y cara de intelectual. Charlamos frente al cuadro y luego tomamos una cerveza en un bar de Huertas. No le pregunté su nombre (no nos presentamos), sin embargo, se llevó consigo el mejor de mis secretos.

(pinchad aquí para ver un vídeo con las pinturas de Vermeer)
(si pincháis sobre los nombres de los escritores leeréis lo que significa para ellos este cuadro)

4 comentarios:

Luisa dijo...

Hay pintores que enamoran. El motivo, a parte de su excelente técnica, la mixtura del color, la luz, sobre todo la luz, el juego que ejecuta en el lienzo y el “calor” que despiden sus personajes (a mi gusto, las gentes sencillas más que los ricos). Y el más importante a mi parecer: captar el alma en cada trazo. De ahí que los mejores retratos sean el de las gentes de corazón noble y sencillez abrumadora. La pintura tiene algo que la fotografía no puede captar. El alma no se atrapa con un objetivo (rarísimas veces), se captura con los trazos medidos de un alquimista de sombras.

Un beso, Baco. Me gusta que le prestes un hueco a la pintura.

Baco dijo...

Pintura y literatura, qué buena combinación.
Un beso, Luisa.

Abel dijo...

Buenas!

Dale un vistazo a mi blog, jejeje

Un abrazu

Ángel Muñoz dijo...

totalmente de acuerdo baco, arte+arte