viernes, marzo 30, 2007

Victorio Codovilla, una biografía que pretende ser ecléctica.

En la colección “Fundadores de la Izquierda Argentina” ha aparecido el libro Victorio Codovilla. La ortodoxia comunista. Está escrito por Pablo Domínguez.
Pero Codovilla no fue ni fundador de la izquierda, ni representante de la “ortodoxia comunista”. Debería caracterizárselo como un hombre del aparato stalinista. El stalinismo no fue una corriente referida a un programa, sino un aparato burocrático, que cambiaba de ‘programa’ de acuerdo a los intereses prácticos de la burocracia del Kremlin.
En la introducción, el periodista Luis Sicilia critica “la verticalidad y el autoritarismo” como “característica emblemática” del stalinismo codovillista, que atribuye al hecho de que el PC argentino (PCA) vivió “la mayor parte de su vida perseguido y en la clandestinidad”, lo cual habría “debilitado la posibilidad del debate y la discusión autocrítica, generando una estructura cerrada, burocrática”. Curioso razonamiento, porque el Partido Bolchevique fue un ejemplo de vida democrática, precisamente cuando estuvo la mayor parte de su existencia en la clandestinidad. Sicilia se queda en la forma y no en el contenido. Para Sicilia “sería injusto reducir la historia del PC y el papel de Codovilla a los errores políticos cometidos”, y destaca que “la militancia idolatraba a Codovilla”. Pero la ‘militancia’ también en su momento idolatraba a Stalin, incluso cuando era enviada al pelotón de fusilamiento por Stalin en los “procesos de Moscú” (1936-39).
Esta biografía está escrita eclécticamente porque es difícil, en esta época, defender la trayectoria de Codovilla. Se trata de un híbrido basado en la falsificación sutil que intenta rescatar, aun críticamente, al codovillismo.

El mito de fundador del PC

La historiografía stalinista se caracterizó por rehacer la historia una y otra vez. Esta biografía considera que “Codovilla habría de ser uno de los impulsores (de la fundación del PC), para muchos (sic) el principal”. Pero no es cierto. Los que impulsaron la constitución del Partido Socialista Internacional (luego PCA), en 1917-8, fueron los dirigentes de la izquierda socialista Juan Ferlini y José Penelón, lo cual fue tapado por los historiadores del PC durante décadas.
Codovilla tuvo una actuación marginal. No fue electo para el Comité Central hasta 1921 (y no como dice Domínguez, que “también integra esa primera conducción”). En el Congreso constitutivo (1918), en el debate sobre si el Partido debía participar en las elecciones de la Capital, Codovilla se colocó en el ala abstencionista. Fue ampliamente derrotado (604 a 84 votos): Ferlini salió electo primer concejal comunista.
Más que fundador, Codovilla debe ser señalado como el enterrador del primer intento de construir un partido revolucionario en la Argentina. Su avance en el copamiento del PC llevó a su stalinización de la organización y a la frustración de miles de militantes.

¿Organizador o depurador?

Domínguez insiste en que de entrada “Codovilla comienza a demostrar sus dotes para la conducción”; lo coloca como un artífice del crecimiento que tuvo el PSI-PC en sus inicios. Pero no estaba en el Comité Central.
El otro gran período de crecimiento del PC –la década del ’30– también coincidió con la ausencia de Codovilla del país.
‘Don Victorio’, como gustaba que lo llamaran cuando fue secretario general del PC, se destacó como ‘depurador’ a cuenta del aparato stalinista internacional. Cuando éste le envía una “Carta Abierta” al PCA con el propósito de arremeter contra las disidencias internas, Codovilla se anota inmediatamente. Publica un documento titulado “¿Partido monolítico o conglomerado de fracciones?”, iniciando una ‘depuración’ que eliminaría toda la dirección fundadora del PSI-PC. Entonces es cuando “Codovilla inicia una serie de sucesivos viajes a Moscú... (donde) consolida los lazos que lo colocarán hasta sus últimos días como el hombre de más confianza de la cúpula soviética, no sólo para Argentina sino también para el resto de Iberoamérica” (Domínguez).
Se confunde al organizador revolucionario capaz de ligarse a las masas en lucha, con el hombre del aparato stalinista, que ‘disciplinó’ al Partido, y que lo llevó de desastre en desastre. Domínguez reproduce con admiración la afirmación de que “Codovilla montó una organización política como una empresa: un notable aparato de no menos de mil funcionarios”. Codovilla constituyó, luego de su vuelta al país en 1940, una red de “estructuras o empresas” que lo llevó a entrelazarse “con sectores afines de la burguesía democrática” (sic). Según parece, hay empresas democráticas.

Ultrismo reaccionario

Con Codovilla, el PC adoptará la tesis menchevique de la revolución por etapas –primero burguesa y en un futuro socialista– y la subordinación a las burguesías nacionales. Tiempo después, siguiendo la orientación ultraizquierdista del ‘tercer período” del stalinismo, caracterizará al gobierno radical de Yrigoyen como “nacional-fascista”, agente del imperialismo. A partir de esta posición bregará por la división sindical, con el Comité de Unidad Sindical Clasista; mientras asonaba al “fascista” Yrigoyen, los fascistas sin comillas daban el golpe de 1930.

Verdugo

Codovilla es enviado por el aparato del Kremlin a España. Domínguez habla de la “eficiencia de Codovilla”, a quien le atribuye el crecimiento del PC español de “unos 20 mil militantes en 1934 a más de 30 mil un año después”. Pero termina reconociendo que “estas cifras que se han venido repitiendo a lo largo de los años (...) parecen exageradas a la luz de las correspondencias personales que se fueron conociendo”.
La ‘eficiencia’ española de Codovilla está relacionada con su rol de verdugo.
Iglesias afirma que “con la capitulación de la República se generalizaron las recriminaciones (...) Algunos lo acusaron de haber perseguido a anarquistas y trotskistas”. Pero no sale de la vaguedad. Ernesto Goldar (Los argentinos y la guerra civil española) señala que Codovilla en España organiza “la policía secreta, la NKVD, e interviene, entre otras acciones, en el desplazamiento, por orden del Kremlin, del gobernante socialista Largo Caballero (... a despromover a José Díaz, secretario del PC español, que termina suicidándose en la URSS”. Fue una pieza clave en armar la contrarrevolución dentro de la revolución, en aplastar la insurrección de Barcelona y a la CNT y el Poum en Cataluña, en erradicar al anarquismo revolucionario en Aragón. La troika que constituye con Togliatti y Stepanov será la encargada de asesinar a Andrés Nin, dirigente del Poum, meter presa a toda su dirección y perseguir a sus militantes y a los anarquistas. Nin fue secuestrado por un ‘grupo de tareas’, torturado y ‘desaparecido’. La ‘metodología’ de los Videla tiene su antecedente en Codovilla. Infinidad de miembros de las brigadas internacionales fueron asesinados por los ‘grupos de tareas’ del stalinismo: Kurt Landau, austríaco, ex secretario de la Oposición de Izquierda internacional; el ruso Marc Rehein; el checo Edwin Wolf, ex secretario de Trotsky, etc.
Codovilla fue uno de los verdugos de la revolución española.
El biógrafo afirma que “Nin era un marxista revolucionario que, según documentos de la KGB descubiertos a posteriori, habría sido asesinado por orden de Stalin en 1937 en Barcelona”. ¿Quién lo asesinó, quién armó el plan? Sobre el papel de Codovilla: silencio. Al contrario, transcribe a la stalinista Fanny Edelman, quien reafirma que éste cumplió “tareas muy grandes a nivel internacional (...) se instaló en España para ayudar a la unidad del PC español (...) que tenía versiones distintas de cómo abordar la lucha política”. Encubrimiento.

En el campo de la reacción

Vuelto al país en los ‘40, llevó adelante la política de alianza con el imperialismo democrático. En nombre de la unidad con los aliados (Estados Unidos, Inglaterra, URSS), el PC boicotea las grandes luchas obreras del período (levanta la huelga en los frigoríficos ingleses, etc.) perdiendo la fuerza que había conquistado en la década anterior.
Se coloca en el bando de la Unión Democrática, con el embajador yanqui, la UCR y la oligarquía conservadora. La historia se vuelve a repetir: siguiendo la orientación, ahora derechista, del stalinismo, hace un frente con la reacción contra el peronismo (“Batir al nazi fascismo”). En este terreno se opondrá, antes del 17 de octubre, al Estatuto del Peón (“es sólo ‘demagogia’ porque los chacareros no estarán en condiciones de absorber los aumentos salariales fijados”). Luego se opondrá al aguinaldo, apoyando el lock-out patronal contra el mismo.
El apoyo al golpe gorila del 55 casi no es tocado por Domínguez. Sí reproduce la caracterización del PC de Codovilla de que el almirante Rojas parece “inclinarse hacia posiciones democráticas y de cierta resistencia al imperialismo yanqui”.

Contra el Che

Domínguez cuenta que “en octubre de 1967, en coincidencia con la muerte de Guevara en Bolivia, partió para Moscú” (fallecería allí en 1970). Pero no dice una palabra de la política que asumió contra la revolución cubana y el Che. Fidel Castro denunció, en su introducción al Diario del Che en Bolivia, que el PC boliviano “se dedicó a sabotear el movimiento”. El PCA sostuvo y justificó a los stalinistas del Altiplano. Ghioldi escribió un folleto contra el ‘castrismo aventurero’ donde pregonaba su oposición a la violencia revolucionaria y sostenía la tesis que “un frente obrero y popular y otras posibles formas de colaboración política de distintos partidos y organizaciones sociales puede agrupar a la mayoría del pueblo y conquistar el poder sin guerra civil”.
El PCA sigue reivindicando a Codovilla.

Rafael Santos

1 comentario:

Claudio dijo...

Victorio Codovilla fue responsable de obedecer a Moscú en noviembre de 1936 y ordenar fusilar presos militares y civiles de la carcel Modelo de Madrid ante la llegada de las fuerzas de Franco a la capital. Fue responsable de ordenar eliminar líderes no stalinistas durante la guerra civil española como dice el artículo. Valiente organizador de la retaguardia republicana......
También le acusan de ser el organizador del atentado mortal a Trotsky en Mexico DF.
Con su irremplazable metodología el imperialismo no estaba interesado en eliminarlo ya que sus funciones les beneficiaba enormemente.....
Claudio