Saturday, October 29, 2005

CULTURAL: "VUELVE SEBASTIANA"

MARIO D.RÍOS GASTELÚ

Transcurrieron sesenta años para un nuevo estreno de la película documental de Jorge Ruiz: “Vuelve Sebastiana”. El año 1953 se conoció la versión de éste film en el que se narra una tierna historia sujeta a costumbres indígenas que hacen posible un acercamiento entre la cultura chipaya y la aymara.

En la sala del cine 6 de Agosto, se proyectó la galardonada película, esta vez en 35 milímetros, lo que hace posible que su exhibición puede llevarse a cabo en cualquier cine del mundo.

La concurrencia al segundo estreno colmó toda expectativa y, el programa que se desarrolló en la oportunidad, refrescó historias y reivindicó a un pueblo --el chipaya— aún sumido en su pobreza y su futuro incierto.

La historia que pone en primer plano a una niña de 14 años, en el rol de Sebastiana, es por todos conocida, pero la nueva dimensión, permite apreciar aún más los rasgos de la que era una niña precose (hoy abuela) para mostrarse en primer plano, sin haber tenido oportunidad de realizar estudios de formación profesional en la especialidad del teatro. Lo innato fue demostrado en el filme y, a la vez, confirmó que los indígenas son dignos actores por su peculiar desenvolvimiento en los escenarios histriónicos. Sebastiana es la singularidad, pero quienes la acompañan en seguir el argumento, también demuestran un desenvolvimiento que actores y actrices profesionales no han logrado en otras películas por la ausencia de naturalidad en la interpretación y en el desenvolvimiento de cada una de las escenas, en cambios los actores de Vuelve Sebastiana muestran una solvencia propia de buenos actores.

La trascendencia de la proyección de “Vuelve Sebastiana” no sólo estuvo en los 35 milímetros, sino en el interés de un público experimentado en cinematografía. Los críticos de cine, los cineastas y los estudiosos del séptimo arte en Bolivia, fueron parte del público.

Lo escuchado acerca de la filmación y proyección primigenias, aquello que estuvo relacionado con la historia del cine boliviano, con la historia de los chipayas y la ampliación de imagen, dieron el toque final a una cita que motivo, inclusive, el que cierto público volviera a una sala de cine.

Por otra parte, sería importante que este film sea exhibido en funciones destinadas a estudiantes de secundaria a fin de darles oportunidad de apreciar el cine boliviano y los alcances de los protagonistas.