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jueves, 24 de abril de 2008

Finiquitando el acuerdo con la andina

Como se comprenderá, después de la captura de aquella gocha caliente allá en las alturas, he bajado el rendimiento en el trabajo, aunque ya salgo de vaporón. Del vaporón, más no de la gocha. Lo que quiero expresar es que es normal que en los inicios de una conquista se dedique uno un rato a cultivar a la criatura, para arraigarla y tenerla allí, a disposición para el disfrute. Y lo digo consciente de lo lamentable que pueda sonar para muchas sensibilidades, pero también de lo divino que suena para tantas almas aventureras como la mía.

Y si he trabajado menos, es porque estuve ya dos veces con la catirita, cosa que significa gasto: uno que otro bocado, los tragos, los paseos hacia la vía de Guatire y la habitación, lógicamente. ¿Para que caer en detalles? Baste con saber cómo fue aquel preliminar de la primera vez, para imaginarse la candela. Por lo demás, ya hablé con ella y parece tranquila respecto de su amiga Mariú y la relación que tiene conmigo. Ha ido menos a visitarla, dedicándose a cumplir con la ayuda que le da en la casa.

Más datos de ella: 25 años, tetona, demasiado blanca, pelo largo color campaña. Acróbata y muy oral, como cabía esperar, dada su primera vez conmigo.

Imagen tomada de Blog Vecindad

Mirando la red me conseguí con esta evocación, algo más superlativa que mi más modesta andina.

Hay algo que me sorprende, hablando ya de Mariú: ella me hala hacia su lado como para mantener la relación, pero no como para formalizarla hasta el punto de celarme a ultranza. Sospecho que no le importarían mis aventuras tanto como para terminar conmigo. Las toleraría si no hay el riesgo de que surja algún romance que pueda acarrear alejamiento. Es una teoría.

En fin, de todos modos no vivo con ninguna, sino en mi apartamento con mis crías, lejos de las aventuras. A la gocha la veo entre semana y a Mariú hacia el final. Ya acordé verla ocasionalmente, sin compromisos y para divertirnos. No pertenezco a ninguna, sino a la calle. Confieso que cuando anduve con la andina por las calles de Guatire, me hice a la idea de conseguirme caminando por allí a una amiga profesora que tengo en el olvido. Ya he hablado de ella

Y hablando de dinero y trabajo, digo que para el día viernes de la semana pasada mi economía amaneció por el suelo, avecinándose el fin de semana. Pero tuve suerte y redondee BsF. 500, con viaje de ida y vuelta al aereopuerto de Maiquetía. Con taxi los cobres se levantan rápido, pero con las mujeres se gastan también de la misma manera.

Hasta nuevo aviso. Me despido dando fe de los cambios que se hacen en cuanto a tráfico en el Municipio Libertador: fiscales por doquier, nada de buhoneros, menos colas, aunque delincuencia como siempre. En general está mejor.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito loco, jejeje...a mi tambien me encantan blanquitas y tetonas, la verdad yo habría hecho lo mismo con la diferencia que con la suerte que tengo para estas cosas, seguro me pillan y me como el lío del siglo XXI, jejeje...
Te felicito, esta bueno el blog, yo tengo un blog xxx, pensare si inplemento una scción con blogs de relatos eroticos y si decido que si, ten por seguro que estarás.

diosasescondidas.blogspot.com
diosasescondidasx.blogspot.com
diosasescondidasamateur.blogspot.com

Este ultimo aun no lo arranque, pero estoy en ello.
Saludos y suerte con la andina.

Juan Taxista de la Calle dijo...

No hay problema, anónimo. Gracias.
Te digo que la andina todavía dura un rato...

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