Siguiendo con las proyecciones del ciclo de
Catherine Deneuve, hoy está programada la película
Bella de día de
Luis Buñuel, la cita pactada es a la 4pm, en el
auditorio de Petroperú, Av. Canaval y Moreyra 150- San Isidro-.
Sinopsis:Séverine (
Catherine Deneuve) está casada con un médico a quien ama, pero es incapaz de mantener relaciones íntimas con él. Tiene pensamientos y fantasías eróticas, hasta que un día va a una casa de citas y comienza a trabajar allí durante las tardes. Al mismo tiempo se mantiene casta en su matrimonio.
Detalles de la PelículaLas tres constantes sobre las que se construye la trama son: · Realidad ·
Fantasía generada por el
deseo. Recuerdo inducido por el
trauma interior.
La realidad nos presenta la vida burguesa de Severine (
Catherine Deneuve). Está casada con un hombre (
Jean Sorel) que es el arquetipo de la consumación individual, del éxito. Y además de perfección, es también símbolo de protección. Es tan amable y bondadoso, tan perfecto, que no puede satisfacer los deseos más ocultos de su esposa. Su perfección supone un obstáculo para ella que inhibe el deseo.
Severine goza de todos los bienes deseables: comida, hogar, ropa, viajes,... pero es precisamente esa comodidad, esa "normalidad" la que la subyuga. La rutina ha llegado a anular su ser, que desde la infancia ha sido castigado por el orden social, por la moral y por la religión. Esa opresión ha generado en ella traumas que poco a poco y mediante flash-backs iremos descubriendo a lo largo del film.
En cuanto al deseo, éste provoca en Severine un desorden interno que choca con el orden externo preestablecido en el que vive: ahí se produce el conflicto que pone en marcha la trama argumental.
Belle de Jour es la historia de una búsqueda, de un viaje por el interior de una mujer masoquista obsesionada por sentirse poseída, deseada. Y ese deseo por ser deseada, valga la redundancia, es tan fuerte que afecta a la propia voluntad de la mujer y la conduce a ese juego, a esa doble vida.
El riesgo y el peligro, tanto social como físico o moral, que supone convertirse en prostituta la excita y la saca de su monotonía vital.
Pero es que además hay que notar que lo que ella verdaderamente anhela es sentirse poseída, dominada. Es tanta la intensidad del objetivo que ello la empuja a vencer sus miedos, su timidez y su autocensura moral y, con cierta rapidez, aprende a comportarse, hablar y moverse como una profesional.
Llegando quizás ya a un extremo se podría decir que lo que verdaderamente quiere Severine es sentirse pública, mujer de varios, objeto de transgresión. Por ello incluso permite que la azoten.
Prostituirse se convierte en el remedio a su "torturada infancia". La realidad se mezcla en el film con recuerdos en lo que Severine es toqueteada por un adulto. Sin duda se trata de un trauma. También vemos cómo se imagina que la violan en la actualidad o que fornica bajo la mesa de un restaurante con un amigo de su esposo al que detesta porque siempre muestra especial interés por ella.
Toda esa alternancia de secuencias, con diferentes referencias temporales, nos ayudan a construir el convulso pasado de Severine y que es causa de su pérdida interior actual.
Sin duda podemos apreciar cómo
Buñuel pretende recrear un sentimiento de subversión.