viernes, 13 de mayo de 2011

Días fastos y nefastos

Los romanos consideraban como días fastos aquellos en los que se celebraba algo y nefastos aquellos otros en los que nada había que celebrar. Pues bien, parece que esto es aplicable a los días 11 desde el fatídico 11 de septiembre de 2001. En lo que va de siglo, demasiadas catástrofes suceden en un día como el 11. No hace falta recordar el 11-S, tampoco el 11-M. A estas fatídicas fechas se suman el 11-M de 2010, me refiero al de mayo, aquel día en que Zapatero expolió de golpe los recursos públicos para evitar la intervención extranjera. Hace dos meses, el 11-M en Japón, un terremoto y posterior tsunami, han sumergido a la humanidad en la más terrible circunstancia que nunca se había visto. Precisamente ayer la empresa encargada de la central nuclear de Fukushima ha comunicado que el núcleo del reactor se ha fundido, ya es oficial. La verdad es que no creo que la fecha tenga nada que ver, pero que se revele esto el día de la virgen de Fátima da qué pensar. Son demasiadas casualidades, o como decía Morfeo en Matrix, hay demasiada ironía en la existencia. Ahora, sin ironías, en Lorca, el 11-M será recordado como nefasto durante los próximos decenios.
Muchos son los días 11 en los que se han producido catástrofes humanas, y es seguro que es casualidad y que si tomáramos cualquier otro día también nos encontraríamos un cúmulo de casualidades nefastas, pero desde el fatídico 11-s es una cifra esta que se repite con demasiada asiduidad. Podríamos ponernos en plan conspiranoico total y pensar que alguien está muy interesado en que esa fecha de 2001 quede tapada con otra serie de fechas que hagan olvidar el crimen contra el orden mundial que se perpetró con la demolición controlada del World Trade Center. En palabras de Chesterton: "el mejor lugar para esconder un cadáver es en una pila de cadáveres". Aquel acontecimiento vino a legitimar la cuarta guerra mundial en la que nos han embarcado los que controlan el mundo y fue el nuevo Pearl Harbor que la élite necesitaba para mantener su hegemonía global. Se trató, como bien lo explica Naomi Klein, de provocar un shock social para conseguir el control absoluto de la conciencia de la masa. Aceptado el mito de la acción terrorista extranjera, todo lo demás vendría por sí mismo. Y así ha sido. El mundo entero ha aceptado la guerra como medio para acabar con la delincuencia, los golpes de estado como herramientas útiles para modificar la política y los crímenes extrajudiciales como la norma moral para conseguir hacer justicia. Todo lo que vivimos y viviremos se apoya en aquella farsa del 11-S. Recomiendo ver el documental Loose Change 2nd Edition, del que dejo una pequeña parte en este post. Tras su visionado, dan ganas de flagelarse por haber creído tamaña mentira. Las pruebas son contundentes en favor de la tesis del trabajo interno y poco se puede decir si se utiliza eso que tenemos en común todos los humanos, la razón.

Lo de Lorca puede que no tenga que ver con esto, pero es difícil opinar cuando desconocemos tantas cuestiones. HAARP, como cualquiera puede conocer con una simple búsqueda en internet, es un sistema para modificar la ionosfera, calentándola con microondas. Dicen algunos que esa energía en la ionosfera, si se focaliza contra la tierra, es capaz de provocar terremotos. La prueba estaría en que en los terremotos que se han producido últimamente, China, Japón, Chile, Haití y otros, antes del terremoto se observó en el cielo unas luces que son, precisamente, las que provoca HAARP (http://www.youtube.com/watch?v=3okK9Gz6RqE&feature=related). Ya hay quien dice que estas mismas luces se vieron en el terremoto de Lorca. Tal y como anda el mundo, vaya usted a saber qué narices andan haciendo por ahí.


2 comentarios:

Martín dijo...

Prefiero no especular. Lo que ha pasado en Lorca me parece una desgracia causada por un fenómeno natural. Y, sin que lo que voy a añadir le quite un ápice de dolor a la desgraciada situación, quizás se podría sacar alguna lección para evitar nuevas desgracias si se aprovecha la experiencia para construir las viviendas en toda la zona sísmica de la región de Murcia con la seguridad adecuada.

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Probablemente, Martín, en estos momentos solo nos quede especular, es decir, intentar hacer exégesis de las imágenes especulares que recibimos de los medios y los que los controlan. La verdad, como diría aquel, está ahí fuera, pero nosotros no podemos acceder a ella. Solo podemos especular y ¿quién nos asegura cuál es la especulación correcta? Durante tantos años creímos cosas que luego se demostraron falsas y creímos falsedades impuestas por la agenda de las élites.

Un saludo

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