Restaurante La Olivera

A 14 km al norte de Huesca se levanta el pueblo de Nueno. Hasta ahora era para nosotros el comienzo del puerto de Monrepós en nuestras fazañas ciclistas. Entre la construcción de la autovía y el "descojonamiento" de la carretera vieja, Nueno había dejado de ser un referente. Pero ha vuelto al primer plano con la presencia de un restaurante vegetariano: "La Olivera"
Tras nuestro habitual palizón atlético del domingo por la mañana nos dirigimos a Nueno para reponer fuerzas en este establecimiento. Aunque lleva un tiempo abierto, es la primera vez que voy a degustar sus suculentos y vegetarianos platos.
Nada más entrar, la sensación que trasmite el local es muy acogedora. El buen gusto en la decoración y el amable recibimiento ayudan a ello.
El menú del día consistía en 3 primeros, 3 segundos y 3 postres. Hubiera probado los 9, pero así me quedo con ganas de volver.
Los platos tienen buena presencia y están muy bien elaborados. Las racciones son para mi gusto un poco escasas. Me quedé con hambre. Aunque también es normal, teniendo en cuenta las calorías gastadas por la mañana y que mi primer plato fuera una ensalada.
El precio del menú es muy correcto:15 euros. Teniendo en cuenta la calidad de la comida, puedo decir que la ratio calidad/precio es bastante buena. Si las racciones hubieran sido más generosas, estaría hablando de excelente.
Aunque la comida me haya gustado, para mí lo mejor es el ambiente que se respira. De alguna forma el tipo de comida impregna el espíritu del local. No es lo mismo matar un cerdo y descuartizarlo que coger una lechuga o un pimiento del huerto. Quizá nos hayamos acostumbrado a la sangre que baña un chuletón. Pero en ningún caso se trata de una imagen tranquilizadora. Los ritmos más pausados del campo impregnan la comida vegetariana. A pesar de ello sigo siendo omnívoro. Pero experiencias como las de hoy son el germen de la duda.