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martes, diciembre 06, 2005

Los dos niños...




Dos niños, ramas de un mismo árbol de miseria,
juntos en un portal bajo la noche calurosa,
dos niños pordioseros llenos de pústulas,
comen de un mismo plato como perros hambrientos
la comida lanzada por la pleamar de los manteles.



Dos niños: uno negro, otro blanco.
Sus cabezas unidas están sembradas de piojos;
sus pies muy juntos y descalzos;
las bocas incansables en un mismo frenesí de mandíbulas,
y sobre la comida grasienta y agria,

dos manos: una negra, otra blanca.
¡Qué unión sincera y fuerte!
Están sujetos por los estómagos y por las noches foscas,
y por las tardes melancólicas en los paseos brillantes,
y por las mañanas explosivas,

cuando despierta el día con sus ojos alcólicos.
Están unidos como dos buenos perros...
Juntos así como dos buenos perros,
uno negro, otro blanco,
cuando llegue la hora de la marcha,

¿querrán marchar como dos buenos hombres,
uno negro, otro blanco?
Dos niños, ramas de un mismo árbol de miseria,
comen en un portal, bajo la noche calurosa.



Ya la situación dominico-haitiana esta tomando otros matices,
solo en este poema de Nicolas Guillen pude encontrar refugio.

9 Comments:

Blogger Maryorie Nin said...

Bueno, el tema más viejo y peleado del mundo...

diciembre 06, 2005 6:24 p. m.  
Blogger Máximo de la cruz said...

buen refugio ha encontrado,pero te has preguntado,que nos une alos haitianos y dominicanos aparte del la isla?idioma,religion,raza,costumbre no creo que ninguna anterior,solo que somos seres humanos y que lo podemos ayudar a compartir un poco nuestra miseria.

diciembre 07, 2005 3:19 a. m.  
Blogger Wendy_NYC said...

exactamente somo seres humanos, ademas recuerda somos una sola raza, la raza humana.

diciembre 07, 2005 9:10 a. m.  
Blogger Maryorie Nin said...

Eres haitiana? Porque solo así explicaría tu respuesta...

diciembre 07, 2005 6:55 p. m.  
Blogger Máximo de la cruz said...

La paz debe prevalecer ante cualquier debate,a veces no se quienes estan de un lado o de otro;sin embargo es bueno que la gente joven de nuestro pais se integre a las discusiones en la republica o fuera de ella.

diciembre 08, 2005 12:41 a. m.  
Blogger balamia said...

"dos niños pordioseros llenos de pústulas,
comen de un mismo plato como perros hambrientos
la comida lanzada por la pleamar de los manteles"

qué pieza! esto no tiene que ver ni con haitianos, ni dominicanos. para mi es el drama peor y mas viejo entre el miserable y el que se la da de buen rico...el que se cree que dando limosna se gana su pedazo de cielo..."haciendo papeles para la historia para que le haga un lugar"

diciembre 08, 2005 2:08 p. m.  
Blogger Wendy_NYC said...

Lo bueno de la poesia es que uno la interpreta como quiere.

Para mi somo dos niños llenos de miseria: Haití tiene miseria material, nosotros miseria social.

Comemos de un mismo plato ya que compartimos la misma isla y como perros hambrientos tratamos de cubrir nuestras necesidades, ellos viniendo a nuestro lado pues no les queda mas remedio y nosotros luchando por lo que nos pertenece a veces no de la manera correcta.

La comida lanzada por la pleamar de los gobiernos cuando la cena es levantada de la mesa antes de tiempo,la mano de obra barata, el trabajo que no quiere hacer el dominicano pero aun así reclama.

Dos manos: una negra, otra blanca.
¡Qué unión sincera y fuerte!
no refiriendonos al color sino a las diferencias, pues somos diferentes, PERO QUE GRAN UNION TAN SINCERA Y FUERTE, DIOS NOS HIZO A AMBOS SERES HUMANOS!!

diciembre 08, 2005 9:21 p. m.  
Blogger blogworkorange said...

Qué bueno leer a Guillén. Thanks Wendy.

diciembre 09, 2005 6:31 p. m.  
Blogger EDS'er said...

Como alguien ya dijo, Wendy (por cierto me encanta tu blog), somos un pueblo enfermo al que se le pide cuidar de un pueblo agonizante. No se lo que es picar una zanja, ni cortar caña; así como no saben los gringos lo que es recoger lechugas en el sur, ni raspar la goma de mascar del piso en un subway. Es ley de vida, en todas las sociedades, los inmigrantes ilegales hacen el trabajo "menos glamoroso", no lo justifico. Siempre que tengan plena libertad para no hacer el trabajo si es lo que desean, y volver si quieren al justo refugio que es su país natal, no podemos objetar, porque libertad de elección tienen. Es el riesgo que se corre al marcharse ilegalmente a un país extranjero, y es un riesgo que se debe asumir con plena conciencia. Creo que estamos dispuestos a dar refugio, a que el 75% de las camas en nuestros hospitales públicos de poblados fronterizos sean ocupadas por hermanos haitianos, pero no podemos perjudicar al indigente dominicano, para alimentar al vecino. No nos podemos dar el lujo de ser luz en la calle y oscuridad en la casa.

diciembre 16, 2005 3:47 p. m.  

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