martes, 10 de febrero de 2009

LA VEJEZ... UN TIEMPO DE VIDA

PROMEDIOS Y
LAS ESCALAS
DE EDADES

Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)

Establecer promedios estadísticos de edad, en relación a la vida de cada uno, no es fácil. Cada uno comienza la vejez a diferente edad y la realiza de distinta manera: a su manera, según su personalidad, su formación, cultura, salud, circunstancias propias. La vejez es personal. Una estratificación rígida, en un método genérico, no se compadece con la individualidad de cada uno.
La vida promedio de la antigüedad griega y romana era de 30 años. La Edad Media modificó poco este guarismo. El Renacimiento, que tanto lo mejoró espiritualmente, físicamente no lo aumentó. Hasta mediados del siglo antepasado, la vida humana promedia era de 35 años. Se era viejo a los 40, y a quienes superaban los 60, se les tenían por “ancianos milagrosos”. El caso de los grandes longevos como Miguel Ángel Buonaroti, que hace 400 años se acercó a los 90 en plena capacidad creadora y con fuerza para esculpir el mármol, superaba todo prodigio.

Hace cien años, el código farmacéutico apenas sobrepasaba los trescientos medicamentos. Hoy ese código tiene más de cinco mil y el promedio de vida humana, en los más desarrollados pueblos de occidente, es de 75 años, con tendencia a aumentar. Los niños mueren menos, y los ancianos viven más. El caso de Pablo Casals, con un matrimonio feliz a los 73, y capaz de asombrar al mundo con su violoncelo a los 79, o el de Andrés Segovia, padre afortunado a los 76, y capaz de tocar treinta conciertos de guitarra en 40 días, a los 80, es frecuente hoy no solamente en los superhombres, sino en las personas de cada día y en sus actividades comunes. Mire entorno suyo y lo verá.
Hace cuarenta años, con Guido de Verona, “la vida comenzaba a los 40”. Hoy, con el Dr. Miguel Mosqueira, “la vida comienza a los 50” y ya se profetiza que pronto comenzará a los 60. Para el Dr. Belack los años provectos son “los mejores de la vida”. Este “comenzar” significa llegar a la plenitud de la vida y seguirla viviendo útilmente para los demás y satisfactoriamente para si mismo. “Los decenios de oro” para el varón, el “otoño dorado para la mujer”. Pero cuanto arte se necesita para vivirlos bien.

(...)La edad mental y cultural depende bastante de la cantidad de conocimientos de quien la vive; la edad sicológica se rige más por la mentalidad y los sentimientos. A la edad cronológica y biológica podrán ajustarse métodos menos volubles y tornadizos, porque el almanaque y la ciencia médica sobre anatomía, fisiología, y biología son más exactos. Sin embargo en el transcurso de los años, la personalidad de cada uno, su desarrollo y formación, su salud y sus circunstancias nunca son iguales.
La experiencia nos muestra todos los días a jóvenes viejos y a viejos jóvenes y el fenómeno de la jovialización de la vejez y del envejecimiento de la juventud es frecuente., individualmente considerado. Hay un concepto abstracto y teórico de la vejez estratificada en promedios como método genérico, pero no específico, porque en concreto la vejez es personal y vivida conforme a las circunstancias y variaciones del individuo en sí, del viejo concreto. De usted.
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.

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