domingo, 1 de julio de 2012

Mi abuelo Saturno


Mi abuelo Saturno era ferroviario. Para cuando yo nací, él ya estaba jubilado y se dedicaba a lo que más le gustaba hacer: reparar radios a válvula. Le fascinaba el mundo en sí mismo de la radio (pasión que le dejó como herencia a mi padre). La casa de mis abuelos paternos, era una de esas casas "chorizo", típicas de una época, con las habitaciones alrededor de un patio de mosaicos con filigrana, lleno de plantas en macetas con patitas, que mi abuela Estefanía cuidaba amorosamente. Por una escalera empinadísima -y peligrosa para una nena inquieta y movediza como yo-, al costado derecho de ese patio, se accedía a la pequeña habitación abarrotada de radios, que era el rincón mágico de mi abuelo. En las siestas rosarinas, yo la subía sigilosamente, para colarme en ese cuarto chiquito, con olor a madera y antigüedades, y mirar en silencio cómo las manos de mi abuelo manipulaban las válvulas y partecitas de esa radio, y aquella, y aquella otra, hasta hacerlas revivir, disfrutando del sonido del dial intentando sintonizar una emisora... Él disimulaba, en su eterna paciencia, el hecho de saber que yo estaba allí, intentando pasar inadvertida, cómplices, ambos, del disfrute y el placer de compartir un momento que nos unía en un cariño que no necesitaba de palabras, sonidos, ni abrazos, para existir...



10 comentarios:

Mirita dijo...

Ay, querida, queremos un libro!
qué lindas historias! :D

ALICIA CHACÓN dijo...

Qué lindas estas historias de tu familia, y tan bien escritas Marce, coincido con Mirita, queremos un libro !!!

Veroka dijo...

Que hermosos recuerdos! Ay! los abuelos! que importantes son en nuestras vidas...=)

elanonimosoy dijo...

Che, para un poco !!!o sos buena ilustradora o buena escritora, las dos cosas no vale !!!!
Muy bueno Calderón !

Hüni dijo...

QUE LINDO! es cierto lo que te dicen...las dos cosas che? todo bien?
beso
ine

Elissa dijo...

sisisi! queremos libro!!! :D

Ale Karageorgiu dijo...

¡Qué lindo relato, Marce!

Jorgelina dijo...

Hermosas historias de tu infancia.
Me gusta tu manera de contarlas,tan clara,simple y emotiva.
Besos

roberto M. dijo...

Buenísimo, la descripción de la casa es tal cual la casa de mi Tía Tita,la hermana de mi vieja, era igual a la de tu abuelo, y las macetas estoy seguro pero requeteseguro que eran unas como de cemento, con tres o cuatro patas, como con gajos, yo las recuerdo con malvones. y la escalerita iba hasta una pieza arriba y al costado podias pasar a la terraza donde colgaban la ropa, Ah y el baño daba al patio!!!!
No necesitamos abrazos ni estar cerca para compartir momentos con cariño, viste!!!
Che, qué fresquete se vino!!!!! :(((((

Susana Castro Conti dijo...

Me sumo a la petición del libro!
Hermoso todo!

Besos ♥