Aunque el árbol envejezca,
no se altera la eternidad del bosque.
Las hojas que retoñan, asombran y
caen, siguen vivas. Bajo la nieve,
humus o ceniza, abonan la memoria.
El bosque. Solsticio de la madera.
Marcas del presente. Las estaciones.
De O las estaciones
9 comentarios:
Cuanta sabiduría alojada entre las copas del silencio...
Un abrazo, poeta.
La persistencia de la sabiduría contradice el paso del tiempo. Así es José María. Un abrazo.
cuando entras en el bosque
eres el bosque
hermoso!
dos besos
Fluir orgánico del tiempo, Ruth. Besos
Que bella forma de describir tanta naturaleza.
precioso poema , sentido y maravilloso.
besos de miel.
Gracias por la miel de tu comentario, Lluvia
Cuando entras al bosque...eres el bosque...que aserto más bello. Me ha parecido tu oema una sabia metáfora de la humildad: morimos, pero todo permanece...Tal vez por eso, y por tener la salud un tanto flaca y tumbada en la estrechura, tu poema me ha hecho mucho -tanto- bien...Te debo una cerveza en Barcelona...
Y a mí me hacen mucho bien tus palabras, querido Carlos. Espero que tu salud vaya recobrando la naturaleza del roble. Un fuerte y sentido abrazo.
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro poemas preciosos
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