El flamenco ya es (oficialmente) Patrimonio Mundial. El comité intergubernamental del Patrimonio Inmaterial de la Unesco ha acordado en Nairobi, Kenia, otorgar tal distinción cultural al arte 'jondo', una candidatura presentada por el Ministerio de Cultura por iniciativa de las comunidades autonómas de Andalucía, Extremadura y Murcia.

El flamenco logra en su segundo intento el reconocimiento del órgano cultural de la ONU, que poco o nada va a contribuir a cambiar su actual situación, salvo por los lógicos réditos que traten de obtener los gestores de la política cultural andaluza. Así, el galardón de la Unesco reconoce al arte 'jondo' como lo que ya era y hoy no ha dejado nunca de ser, un arte de raíz, vivo, que se agita entre el peso de la tradición y los aires nuevos de la renovación.

El comité de la Unesco ha valorado para la inclusión del flamenco en la Lista de Patrimonio Inmaterial Mundial factores como que éste se manifiesta en tradiciones y expresiones orales, representa a buena parte de la sociedad en la que se desarrolla, cuenta con un importante respaldo social e institucional y existen ya medidas para su protección y salvaguarda.

Con todo, en la sesión matutina, algunos países miembros del comité de la Unesco han puesto algunos reparos al número de candidaturas presentado por España, que aglutinaba cinco del total de 47 propuestas presentadas, por lo que han solicitado "unos criterios de proporcionalidad" para próximas reuniones del comité de la Unesco, según desveló el consejero de Cultura, Paulino Plata.

En la sesión del comité de la Unesco celebrada este lunes, se acordó incluir en en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que requiere medidas urgentes de protección la imprenta con caracteres móviles de madera, la técnica de compartimentos estancos de los juncos y la fiesta del Meshrep, los tres por parte de China, y el canto Ojkanje, de Croacia.