viernes, 1 de marzo de 2024

El teléfono amarillo

 

Recordemos hoy (más de tres años después) aquellas palabas del que fuera portavoz popular Antonio Saldaña "fueron casi 5 millones de euros los que invirtió la Diputación de dinero público de todos en El Rosal". "La Diputación debería impulsar junto con el Ayuntamiento que Jerez unas instalaciones deportivas de primer nivel en las que hubiera varios campos de fútbol que pudieran ser usados por los principales equipos de la ciudad (Xerez Deportivo FC, Xerez Club Deportivo y Jerez Industrial) y en la que se impliquen presupuestariamente las administraciones que se han involucrado en instalaciones parecidas". enlace de noticia

Más de tres años después, en el poder y presidencia de la Diputación, no solo no es que no se descuelgue el teléfono a la presidencia de los equipos de Jerez de la Frontera para la negociación sobre la ciudad deportiva en Jerez, sino que nos encontramos que "Diputación paga 900.000 euros al Cádiz CF para que promocione la provincia. El acuerdo firmado por un año está previsto ampliarlo a tres más, como pretenden las dos partes. El Cádiz CF podría ingresar en conjunto 3,6 millones de euros de fondos públicos". enlace de noticia


Tres son los factores en esta flagrante discriminación económica e instituacional:

1. Se trata nuevamente de dinero público de todos (más de los Jerezanos, por razones de población) para favorecer a una entidad deportiva privada, sin fin social y fuera de todo destino legal y competencial del ente público que lo malgasta.

2. Se trata de otra mentira flagrante más del PP Local (los tres promotores son Jerezanos; Saldaña, Pelayo y la presidenta actual de Diputación, Del Junco) que, si bien reclamaba una ciudad deportiva comarcal para Jerez cuando no gobernaba, hoy (que gobierna en Jerez y en Cádiz) miente e invierte el dinero de todos los Jerezanos en una entidad privada.

3. Se trata de un nuevo caso Cabañas, pero aún más grave. Es decir, discriminar económicamente a la generalidad para favorecer económicamente a una entidad deportiva Sociedad Anónima. Incluso en el Caso Cabañas se enmascaró en una supuesta finalidad deportiva de futbol base; hoy, ni si quiera en eso, da igual, la ciudadanía está aborregada.  

Ya sabemos el motivo por el que no descolgaba el teléfono. Solo descuelga el teléfono amarillo, el de la discriminación, la mentira y el dispendio. Veritas filia temporis. 


viernes, 16 de febrero de 2024

Para el que quiera entender, entienda.

 

Siempre, hasta que me muera, me he considerado de izquierda. De izquierda, no practicante por disidencia. Católico, hasta cierto punto. Jerezano, hasta la médula. Pero eso no me lleva a no reconocer las sombras y las luces del pasado, de la vida y de nuestra sociedad.

Repasando acontecimientos históricos acaecidos en la guerra civil, de los que ya tenía conocimiento por referencias familiares, revisé el hecho histórico acaecido en Adamuz, Córdoba. Si bien ahora se pone énfasis en rescatar a los fusilados por el Franquismo en la postguerra, permítanme recordar un acontecimiento ocurrido en los días 9, 10, 12 y 23 de Agosto de 1.936 y que me atañe personalmente.

Dicho pueblo se encontraba sitiado por las tropas republicanas y tras dar un ultimatún se rindió la población, dando el capitán republicano la listas de los ciudadanos y militares que estaban detenidos y llevados a Jaén, al tren de la muerte y muchos a Vallecas, siendo ejecutados. https://limpia.centroeu.com/472/

PERSONAL CIVIL

D. José Ayllón Ceballos

“ Rafael Ayllón Ceballos

“ Manuel Ayllón Cuadrado (*)

“Antonio Ayllón Galán (*)

“ José Albert Mendoza

“ Pedro Ávila Gómez

“ Pedro Antº Baquerizo García (...)

Mi bisabuelo y tío abuelo (*) fueron fusilados por el bando republicano y quizás por aquello me encuentro yo a cientos de kilómetros de allí, seguramente. https://www.mpr.gob.es/memoriademocratica/mapa-de-fosas/Paginas/visorvictimas.aspx?vid=51610 https://www.mpr.gob.es/memoriademocratica/mapa-de-fosas/Paginas/visorfosas.aspx?fid=1235

Cuando nos damos golpes de pecho para utilizar los muertos a nuestro favor, no creo que se haga bien al recuerdo de aquellos. De hecho, debe ser al contrario. Porque si pudieran hablar seguro que te responderían ¿en nombre de qué ideología me vas a fusilar?. No hay ideologías, hay personas. 

viernes, 29 de diciembre de 2023

Agua y aceite

 


Una vez escribí el Círculo. Y no, no es la superficie plana contenida dentro de una circunferencia. Es la representación de flujos de influencia compuesto por intereses económicos y políticos que se reciben y se otorgan, según convenga, retroalimentándose. Y quizás lo peor del círculo es que, siendo dignas y necesarias, encontramos dentro de su engranaje profesiones como la de periodista. El mismo que utiliza su pluma para favorecer siempre y cuando el favorecido tenga a bien publicitarse.

El daño al lector o espectador es colosal, tanto o más que al medio de comunicación. Su labor se ve indigna y tendenciosa, lejos de la verdad real de la calle, propia de un legítimo miembro afiliado de un partido que, si cumple, come y si no quiebra. Por eso el periodismo está tocado de muerte. El periodista se enfrenta al dilema de la libertad ausente. Al dilema de auto censurarse, ensombreciendo lo que no le financia y resaltando lo que sí le paga.

No se puede hablar hoy día de periodismo y verdad, periodismo e imparcialidad, y periodismo y objetividad. Ya no podemos hablar ni si quiera de subjetividad en lo que se redacta, pues prima la obediencia, no la visión personal. Ahora el sesgo se impone, sea político o empresarial, parcheando las redacciones y descolocando los titulares con el único fin de captar a un electorado partidista concreto. Periodismo bastardo, es decir, con padre político no reconocido.

La relación del periodismo y la política es como la del agua y el aceite. Nunca se disolverán, no se mezclarán, pero se contaminan. Porque en su relación nace lo peor de cada uno. En el periodista la autocensura, en el político la influencia invasiva. Una contaminación que rezuma pestilencia en el choque de manos y abrazos. Tantos hay, como más aquella.  

jueves, 21 de diciembre de 2023

Sin trampa ni cartón

 


Viendo que en estos primeros días de diciembre el calor nos ha acompañado y la reiterada alarma entre los ciudadanos sobre el cambio del clima, me ha dado por acudir casualmente a los registros de hace más de 58 años y mirar la temperatura que marcaba el 17 de diciembre de 1965 y 2023, en Jerez. En el primero una máxima de 17º C y una mínima de 12º C. En 2023, una máxima de 18 º C y una mínima de 7º C. Saquen sus propias conclusiones. Eso sí, en 1965 llovió unos 13 (l/m2).




sábado, 16 de diciembre de 2023

El Justiciero

 

Ayer presenté en Movilidad del Ayuntamiento una reclamación debido a la situación que nos encontramos todos los días a la entrada de los niños en el Colegio. En la foto tomada ayer se ve como tres distintos vehículos ocupan y cortan el trayecto de los peatones por la acera (hay que bajarse a la calzada para poder cruzar por la acera de la derecha). El paso de peatones en la puerta de entrada también está invadido por un coche (aunque no se aprecie). Y esto es día sí y día también. Peor situación cuando la policía no puede acceder pues no lo permite el bloqueo de vehículos y, salvo mínimas excepciones, aparecen por allí dos agentes poniendo multas.

Se trata de una cuestión muy delicada, porque hablamos de infractores que se creen con derecho a faltar el respeto a los demás y las normas de tráfico y estacionamiento y nadie hace absolutamente nada (ni ayuntamiento, ni Policía local ni el Colegio). Más necesario si cabe, pues se trata de situaciones provocadas por verdaderos desalmados que ponen en peligro la integridad física de niños al tener que sortear vehículos, bajar hasta calzadas y cruzar por medio de la vía. Hasta dos disputas dialécticas he tenido yo este último mes con estos elementos. Lo que más me llama la atención es que piensan que están en su derecho y nadie pide si quiera disculpas. Es tremendo.


Pasará lo de siempre. Nadie hará nada y si se hace será tarde, después de ocurrir algún accidente importante (esperemos me equivoque). Es por ello que no tengo ninguna esperanza de que este Ayuntamiento haga el mínimo caso a mi reclamación. He propuesto que se pongan Pilonas en la acera y también en la zona del paso de peatones de la puerta de entrada. Esperaré sentado y cómodo. Parece que en la ciudad falta un justiciero. Un justiciero como aquél que protagonizaba Charles Bronson. Uno frío, implacable y justo. Que haga respetar las normas y castigue a los infractores. Ya está bien. 

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Jingle bells, jingle all the way

Ahora que llega la navidad, en la que todos expresamos amorosas frases de amistad, concordia y buenos deseos, quiero recordar tres de los actos humanos por los que creo poco en la evolución fraternal de la humanidad. Mejor dicho, no creo nada:

1. Pandemia del Covid. Sálvese el que pueda, en Mercadona. La palabra insolidaridad se manifestó claramente en las estanterías vacías de los hipermercados. Recuerden, ¡más vale 10 pollos que 1!, antes yo que el vecino. 


2. Tapón en la entrada a la plaza de toros de Pamplona en San Fermín. Quítate de aquí, que quiero salvar mi pellejo y si para ello debo aplastarte el cráneo, pues así es la vida. Lo llamamos instinto de supervivencia cuando lo que es realmente es una agresión justificada para salvarme a costa del prójimo.


3. Cualquier mañana en la entrada de un colegio cualquiera. Manadas incontroladas de padres, bajo un estado de angustia y desenfreno, empujan, taponan, se saltan las normas de tráfico y civismo, la decencia y la vergüenza, para conseguir soltar a su hijo en la mismísima puerta del colegio, sin bajarse de una acera o de su coche, no hablemos de cuando llueve.



Todos estos mensajes dulzones y empalagosos (no solo en navidad) quedan en la nada más absoluta cuando el ser humano se encuentra en una situación angustiosa. En esos momentos sale a la luz la verdadera naturaleza de supervivencia personal, egoísta e insolidaria. La negra navidad, la llamo yo. Pero que bien queda, ¿no? eso de "felices fiestas". Sí, sí, pero mientras suenan las campanas.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Dīvide et īmpera

 


Cuando has pasado tanto y tanto has visto, de tal forma que entiendes que no puedes recibir lecciones de nadie y te sientes por encima de las opiniones, entonces, puedes opinar con objetividad. Y así opino hoy de lo que presencié físicamente el domingo en Chapín.

Fui a ver un partido entre dos equipos XCD y XDFC. Con cerca de 9000 personas comprobé que la mayor parte (6.000 o 7.000) llevaban bufandas o camisetas del XCD. Otros tantos (2.000 p 3.000), en una parte pequeña, llevaban algún signo distintivo del XDFC. Creo, eran los menos, por eso de "jugar fuera de casa".

Cuando estuve el domingo en Chapín, en un lugar cualquiera, y observaba esa dualidad que pueden tener las cosas identificada en lo mismo (su misma ciudad, su mismos colores, su mismo estadio, sus mismas canciones, su misma raíz) me recorrió la nostalgia del que ha perdido sin querer una parte de sí mismo, que se siente solo cuando alguien se marcha, a la vez cerca pero tan lejano. Es la desubicación en su misma casa, después de un gran viaje. Es la agria alegría de encontrar a alguien en una estación, que tiene que coger un tren. Esa tristeza del que pierde una batalla que sabía no podría ganar.

Más allá de puntos y posiciones, reproches y prejuicios, mirar un campo lleno de miles de aficionados que viven lo mismo pero sentirse huérfano de unión, me hizo recordar las sombras de personajes pasados que provocaron un profundo daño en el aficionado de la ciudad. Parecía que aquellos siniestros personajes eran los que insultaban o se recreaban en la diferencia por la boca o la garganta de los aficionados xerecistas. A lo que nos han llevado aquellos.

Nos han llevado a un estado de ánimos en los que unos reprochan un abandono provocado por aquellos y los otros reprochan haberse aliado con aquellos. Es como si el mal del resentimiento lo hubiese inyectado Morales o Ricardo en los brazos de todos los aficionados, de tal forma que no vemos más allá, ciegos de razones que no sabemos explicar, pero sin identificar claramente que la culpa no es de uno u otro sino de los que los que apretaron el botón del daño.

Hay que ver más allá. Y eso requieren ver que aquellas sombras siniestras vencieron en el pasado y siguen ganando hoy. Vencieron en su cruzada contra los xerecistas que se opusieron, vencieron a los xerecistas que permanecieron, vencieron en dividir a los aficionados, y lo siguen haciendo hoy como se demostró el domingo en Chapín. 

El lastre de los mangantes sigue presente, no ha cesado. Sigue presente en la falta de respeto entre todos, en la tensión existente entre hermanos, en los cánticos avinagrados, en los resentimientos, en la desconfianza, en la perversión que es encontrar a dos hermanos que visten igual en una boda y se rechacen por culpa de un tercero interesado. Porque lo que impide la reunificación es la sombra alargada de esos personajes que tanto dolor han generado y la torpeza ambiciosa de otros que ocupan cargos interesados. 

Alguien que venía conmigo a ver el partido, sin interés pasado y presente en el xerecismo, me dijo que el espectáculo le parecía ridículo. Aficionados a lo mismo, con intereses comunes, con lazos deportivos presentes y pasados idénticos, con símbolos duplicados, con cánticos repetidos, con mismos colores deben parecer ridículos para los ojos de alguien que no sabe de prejuicios y dolor. 

El domingo nadie ganó, todos perdimos. Recrearse en la desunión en la mayor de las derrotas. Y contra antes lo veamos todos, antes le pondremos solución. Miren más allá de las razones que tiene cada uno y más allá de las poltronas creadas interesadamente. Olviden resentimientos, dolores y reproches. El superar esta brecha requiere de todos lo mejor porque, de lo contrario, Los Morales o Ricardos siguen ganando a nuestra afición y ciudad. Una afición que se merece un único equipo, club y sentimiento completo y pleno. Habrá gente que nos diga que esto lo merecen los unos o los otros, pero esa razón es la misma que da Oliver, Morales o Ricardito. Y a esos no les importa el Xerez.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Aprieta, que funciona

 



El rey no es rey. Reina sin reinar, escondido en su dorado palacio, encerrado en un castillo constitucional de artículos bastardos. Con un presidente sin presidir, timador fatal y vendedor de engaños. Proclive a la perdición, de toda estirpe y ambición. Que vive del error que otro cometió y vende a su madre por un plato de arroz.

El parlamento ya lo es de justicia, poca, con leyes y sentencias, absueltos y delincuentes. Donde hay poca justicia, es un peligro tener razón (Quevedo) y la razón se ha perdido, como la legitimación. Un país sin rey, parlamento, presidente y justicia. Una mentira, sin cabeza.

Qué legitimidad le queda a Hacienda para recaudar, ninguna. Cuál tendrá el parlamento para legislar y al rey para reinar, ninguna. A la policía para reprimir, cero. Haciendo Sentencias, exculpaciones, condonaciones y pactos políticos con amnistía, el Delincuente de la Moncloa ha vulnerado constitucionalmente la igualdad, la separación de poderes y la justicia. Toda una hoguera de la constitución, en plaza pública. Un nuevo régimen inconstitucional.