domingo, 21 de abril de 2024

Ultreia, suseia, Santiago


FICHA TECNICA
 Fecha:   02/04/2024
06/04/2024  
 Distancia:   115 km  
 Desnivel positivo:     
 Dificultad:   Fácil 
 Tiempo Invertido:   5 días  
Lo mismo que cuando comienzas a leer un buen libro que no puedes dejarlo a medias igualmente ocurre con retos como el que nos planteamos algunos miembros de este afamado club.

Hace mucho, antes incluso de una pandemia, algunos nos propusimos realizar el Camino de Santiago por su opción más popular el Camino Francés.

Aprovechando los nimios huecos que los deberes laborales nos ofrecen fuimos completando etapas en años sucesivos.

Comenzamos Raúl y un servidor en Roncesvalles para terminar en Estella. En la siguiente se nos unió Rubén y de Estella nos plantamos en Burgos. Luego de Burgos a León. Más tarde de León a Sarria y así nos quedamos a poco más de 100km de Santiago.

Pues bien, como no podía ser de otra manera, convencidos de que habíamos de alcanzar el objetivo, planeamos todo para la semana posterior a la Semana Santa del 2024.

Lunes 1 de abril de 2024. Partimos en avión de Zaragoza a Santiago, allí un autobús que nos devuelve a Lugo, y tras una visita gastro-turística a la ciudad pernoctamos allí la noche previa al inicio de nuestro final del Camino.

Martes 2 de abril. Nos levantamos pronto y un pequeño autobús nos acerca a Sarria donde de verdad comienza la aventura.

Comenzamos a andar en un día que no promete nada bueno, meteorológicamente hablando, y efectivamente casi desde el principio el uso de capas o chubasqueros es obligatorio. Una fina lluvia, a veces intensa, se entremezcla con ráfagas de viento que hacen que las gotas golpeen incesantemente las partes descubiertas del cuerpo. 

Aún con todo, avanzamos a buen ritmo entre barros de dudosa composición, será que con tanta vaca el barro es más oscuro ...

El paisaje es idílicamente gallego, para un rato esta bien pero cuando se detiene la llovizna lo agradecemos y dejamos de mojamos por fuera, ya lo compensamos por dentro.

A lo lejos divisamos el Miño y el puente que al cruzarlo nos transportará directamente a nuestro primer fin de etapa, Portomarín. 

El primer día se ha hecho algo pesado, el agua y el barro hacen que los kilómetros pesen más de la cuenta, así que toca recuperarse en el albergue (Casa do Marabillas).

Miércoles 3 de abril. Aunque la noche ha sido bastante lluviosa la mañana despierta tranquila, a ver si hoy el tiempo es mejor. 

Saliendo de Portomarín elegimos una variante del Camino que evita la carretera, buena elección a la postre. 

Alguna gota suelta nos reta a sacar paraguas, capas y chubasqueros, pero nada serio, así que ahora podemos llevar un ritmo más vivo y continuado solo interrumpido por la llamada de la bota.

Dejamos atrás pueblos, aldeas, hórreos, vacas, perros, ...; perros que ni se inmutan cuando pasas a su lado, parecen estatuas, deben pensar están locos estos humanos, con lo bien que se está tumbado al sol, cuando lo hay, y estos andando sin parar.

Nos entretenemos bastante por el camino, esto es algo que nos suele ocurrir, así que llegamos a Palas de Rei tarde, justo para tomar una ducha y realizar una visita frugal al pueblo.

Jueves 4 de abril. De nuevo con buen tiempo partimos hacia Arzúa. 
Esta etapa es dura, tiene bastantes tramos de subida y según nos dijeron es la más larga del Camino Francés, bueno dependerá de lo riguroso que seas en los inicios y fines de etapa.

De cualquier manera esta etapa tiene un aliciente especial justo a mitad. Se trata del pueblo de Melide, famoso por sus pulperías y buena gastronomía, no en vano muchos peregrinos hacen noche en este pueblo para disfrutar más a fondo de lo que ofrece.

Pues bueno, que por falta de disfrute que no sea, en Melide dimos buena cuenta de cuanto pulpo pudimos comer, además de Zamburiñas, queso, chorizo ahumado, empanada y que sé yo.  Casi nos secuestran en la gastroteca "A Boa Vida", dueño y lugar impresionante, pero con mucho peligro.

Tras dos horas de "visita" a Melide salimos raudos para no caer en otra tentación. 

Entre sube-baja llegamos, tarde de nuevo, a Arzúa y nos alojamos en la Pensión Arcano, buena opción y dueño muy muy simpático.

De nuevo visita rápida y cena abundante para reponer fuerzas.

Viernes 5 de abril, penúltimo día. Nos quedan un par de etapas sin ninguna dificultad y si el tiempo encima es bueno, como lo es, son para disfrutarlas a tope. Salimos de Arzúa hacía O Pedrouzo.    

Días atrás habíamos tenido alguna conversación con un grupo andaluces y un extremeño, bastante disfrutones de la vida.

Pues bien, este día compartimos con ellas y ellos camino, brindis, abrazos y canciones, como no podía ser de otra manera. 

Abraham, un barbero de Cáceres, nos deleita con su flamenco animado y nosotros hacemos salir "al gitano", que les deja boquiabiertos. Bueno, todo un show que otros peregrinos se detienen a contemplar como espectáculo improvisado del camino.

Con alegría alcanzamos O Pedrouzo, donde nos cambiamos a toda prisa, no hay tiempo que perder, para ir a visitar la localidad. 

Menuda sorpresa cuando en uno de los establecimientos que entramos los chuletones eran los reyes de las mesas. Esto nos quedaba por hacer, saborear la ternera gallega que es buenísima, mejor la vaca que la ternera por cierto.

Cumplido con creces el día, a descansar al Albergue Mirador de Pedrouzo. ¡¡Menudo día completo que hemos vivido hoy!!

Sábado 6 de abril, fin del camino. Con una sensación entre ilusión y pena comenzamos el último día que finalmente nos llevará a Santiago de Compostela.

Con nuestros amigos del sur nos reímos de lo vivido el día anterior y con ellos vamos gastando los últimos kilómetros antes de nuestra meta.

Llegamos al Monte do Gozo, desde donde ya se divisa la Catedral de Santiago.  Monte do Gozo, gozo que sentían los peregrinos de épocas pretéritas cuando con muchos menos medios y pasando muchas mas vicisitudes lograban por fin alcanzar a ver su deseado objetivo.

Ahora el recorrido es más urbano y los últimos kilómetros se recorren rápidamente.

El sonido de la gaita nos anuncia que ya estamos cerca, y así es nos basta con cruzar el arco y ya estamos en el la plaza del Obradoiro, en frente de la catedral del apóstol que quiso ser enterrado en estas tierras, tan lejos de su nación.

Abrazos, choques de manos, alguna lágrima retenida y la satisfacción del trabajo cuando menos terminado, y seguramente también bien hecho.

Casualidades de la vida encontramos allí a un Cenefo ilustre, que hizo las veces de notario de la hazaña.

Ahí en la foto Rubén, Luis, Miguel, Raúl y José Luis, casi se me olvida José Luis, un "chicken" o "kitchen" que decían algunos, que nos acompañó estos días e hizo las delicias de aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo y oírlo cacarear.

El pobre José Luis acabó afónico con tanto estrés y desenfreno, pero cumplió como un pollo.

Contamos también con una recepción de lujo, esto si que es un buen recibimiento, con pancarta y todo. ¡Qué majas son todas! Hasta la pequeña Iratxe se atrevió a venir. Un día sabrá que su nombre nació en el Camino y que estuvo con nosotros en el destino, gracias a todas y en especial a Iratxe. ¡¡Guapas!!

Dicen que la felicidad está en el camino y no en el destino, pues esta vez el destino estuvo a la altura del camino, la emoción de vernos ahí con el deber cumplido y rodeados de tanta gente querida hace el momento indescriptible.

Nos acordamos de tantos y tantos momentos vividos con otros peregrinos con los que hemos coincidido y compartido camino, pero en especial nos acordamos de nuestras amigas de Cádiz: Mar, Toñi, Juli y el resto de las mataliebres, que acabaron el camino una semana antes que nosotros, que pena no haber coincido este año, siempre os llevaremos en el corazón.

Cerramos así este capítulo que perdurará siempre en nuestra memoria como una experiencia inolvidable y de la que no nos despedimos totalmente, ¡¡Camino, no te olvides de nosotros!!



PD: Os dejo aquí el tema "A Santiago voy" de los Tamara, aunque Novedades Carminha ha hecho un versión que tampoco está mal.






Fotos de la salida

domingo, 14 de abril de 2024

Andada Morata-Embid: SOMOS AGUA QUE SE DEFIENDE


FICHA TECNICA
 Fecha:   13/04/2024  
 Distancia:   26.4 km  
 Desnivel positivo:   527 m  
 Dificultad:  Calcetinada
 Tiempo Invertido:   5h 55m + paradas


 Si algo levanta ampollas en este Aragón nuestro es la palabra trasvase. Mira que cuesta poner de acuerdo a derechas e izquierdas… pues en esto se ponen. En coherencia con esto que lleva sacando a la calle a la gente de Aragón desde los 70, y en coherencia también con las resoluciones judiciales emitidas, se convocó este sábado 13 de abril una andada para recordar que no se quiere el trasvase… ¡del Jalón! Ese humillante trasvase que da razones a otras tierras cuando se habla de otro río más grande pero también pretendido, y que corroe los motivos de quienes aquí se lo niegan. Y así, en plan festivo y reivindicativo se armó una andada para recorrer los pueblos que el Jalón bendice desde Morata a Embid y a la que se sumaron cenefos varios.

A las siete estábamos un nutrido grupo en la Plaza de Morata, más Geles y Santiago como apoyo logístico motorizado, para iniciar esta marcha y manifestar la oposición al trasvase del río Jalón. Un acto más de los que lleva haciendo la asociación de Jalón Vivo desde hace 25 años, cuando se inició el proyecto y posterior realización del embalse de Mularroya que solo puede alimentarse con el trasvase y expolio del río Jalón.

Con un ritmo alegre marcado por Luis (de Arándiga) nos dirigimos dirección a Purroy, al principio por la carretera hasta el desvío del camino al Barranco Villota. En la subida del barranco Luis seguía con su buen ritmo sin parar de hablar y si en algún momento callaba, estaba al quite Ignacio (Tuberías) para darle cuerda. En la llegada a Purroy se sumaron a la marcha varios vecinos para continuar la andada dirección Morés por un antiguo barranco que antaño era la vía de los lugareños para desplazarse hasta allí. Llegados a Morés rápidamente nos dirigimos a las mesas próximas a las piscinas para dar cuenta del almuerzo. Como de costumbre, no se pasó ni hambre ni sed, que las viandas se regaron con una buena bota de vino y alguna botella con canuta. De alabar el buen cortar de queso por parte de Luis (Arándiga), que ya en este punto decidió acompañarnos desde la furgoneta de apoyo. A cambio se nos sumaron Lola y Antonio. Hecha la foto de rigor, se reemprendió el camino hacia Sabiñán.


Esta parte del trayecto es un recorrido encantador por la vega y frutales al lado de su protector Jalón. Llegados a Sabiñán nos estaban esperando más gente de Paracuellos y Embid que se sumaron a la marcha. Tras un recorrido por la Calle Mayor nos dirigimos a Paracuellos de la Ribera, salvo algún rezagado que antes “repuso sales” para continuar.

En la Plaza de Paracuellos fuimos obsequiados con pastas y agua mineral embotellada a falta de la robada de la fuente de toda la vida y que las obras han secado. Con este buen ambiente, fuimos aumentando el número de participantes en la marcha hasta nuestra próxima parada en Embid. Recorrido que hicimos con una zona espectacular, con la Cocha a nuestra izquierda y toda la vega del Jalón a nuestra derecha para arribar a la plaza de Embid de la Ribera donde el número de personas fue en aumento y donde se encontraban grabando estudiantes en práctica de la universidad.

 Después de reponer fuerzas ya nos dirigimos a realizar los últimos kilómetros hasta el túnel para el trasvase. Dolor que se hizo por un recorrido un poco pesado, por carretera y el fuerte calor, pero con el aliciente de la preciosidad de las hermosas montañas, vegas, campos de frutales que en esa zona adornan el río Jalón. Una vez allí las fotos de rigor y a dar cuenta de un buen aperitivo para terminar la andada.

Y así acabó un día de coherencia con esta tierra y con su apreció al agua que riega nuestras huertas y debería regar nuestro futuro… ¡Qué no diseñó Juan de Marca su puente para ver pasar un mortecino hilo de agua de un río tan bravo!


SOMOS AGUA QUE SE DEFIENDE (Asociación Jalón Vivo)

Cuando hace 25 años conocimos el Proyecto del Trasvase del Jalón y del embalse de Mularroya nuestra primera reacción fue de incredulidad, la segunda de indignación, y la tercera de rabia. La incredulidad se pasó pronto, se trataba de la obra recogida en el Pacto del agua que más consenso suscitaba; sindicatos, empresarios y la totalidad de los partidos políticos con representación estaban a favor de ese trasvase y ese pantano, no había nadie con quien contar, estábamos solos. La rabia y la indignación todavía no han desaparecido, no es fácil que suceda si se pretende trasvasar 8m3/s, caudal superior el que lleva muchos días el Jalón en el punto del trasvase.

Pero entonces cuando parecía que no había partido, se rompieron los pronósticos, ese proyecto no iba ser tan fácil sacarlo adelante. En los pueblos más afectados por el trasvase empezaron a surgir voces disidentes al discurso oficial, había gente que no se creía las bondades del trasvase. Así se comenzó una lucha jurídica, que todavía mantenemos, y que a día de hoy es la más larga y compleja que se haya dado en el país por un conflicto hidráulico. Cuatro veces la Audiencia Nacional y una el Tribunal Supremo (en 2013 paralizando las obras) nos han dado la razón, pero esas sentencias han sido ninguneadas por los diferentes Gobiernos (Populares y Socialistas), modificando el marco legal para, con una política de hechos consumados, no retrasar la ejecución de la obra.

La obra está muy avanzada, las primeras consecuencias del trasvase en nuestro paisaje ya lo estamos sufriendo: la merma del acuífero de El Frasno y el triste episodio de la fuente de Paracuellos de la Ribera así lo confirman.

Pero en estos 25 años hemos aprendido muchas cosas, que el agua que se pretende trasvasar será para grandes fincas en manos de fondos de inversión y no para la agricultura familiar, que en todo el planeta hay gentes como nosotros defendiéndose del expolio de sus ríos por parte de grandes compañías.

Y en estos 25 años los impulsores y ejecutores de esta obra siguen sin explicarse como de un puñado de pueblos de la “España Vaciada” haya surgido una oposición tan molesta, digna, tenaz e irreverente. Ellos no entienden el vínculo emocional que tenemos con el río y sus aguas; nosotros vivimos esta lucha como una deuda para con las futuras generaciones, como un homenaje con nuestros antepasados y como un recuerdo para los que a lo largo de estos 25 años nos han acompañado y ya no están entre nosotros.

Por esa deuda, por ese homenaje y por ese recuerdo vamos a seguir en la pelea.

NO AL TRASVASE DEL RÍO JALÓN

Larga vida al río, digna vida a sus gentes.


Fotos de la salida

sábado, 30 de marzo de 2024

PICO de PURROY – La CHAPARRILLA


FICHA TECNICA
 Fecha:   28/03/2024 
 Distancia:   14 km  
 Desnivel positivo:   564 m  
 Dificultad:   Algo de calcetinada 
 Tiempo Invertido:   4h3m 

 

 

Jueves de Semana Santa: se inicia marcha de penitencia a La Chaparrilla con Manuel, Minino, Pelo, Emilio, Luis I y Jorge (nuevo para la causa), advirtiendo en la salida a Manuel que nos acompañaría hasta la hoya Sanz y se volvería por el barranco Villota. La Chaparrilla no está para sus condiciones físicas y vale más evitar cualquier accidente.

El principio del recorrido es el habitual de la ruta 2 por la hoya Sanz, hasta un punto en el que nos desviamos a la derecha monte a través, si bien parece que antaño ese era el Camino Real a Sabiñán. Sea como fuere y con alguna duda, llegamos al collado del inicio de la Chaparrilla.

 

La subida es sencilla, y apurando progresivamente sus desniveles se llega a una zona rocosa en la que se tiene que poner un cuidado extra para avanzar. Pese al aire que soplaba en esa mañana santa, en unos minutos estábamos en el Pico Purroy que nos agradece la visita con unas vistas espectaculares de las Sierras de Morata, Morés, Illueca, Vicora o Moncayo.

Una vez hechas las fotos de cima, dimos cuenta del almuerzo habitual y de nuevo con la bota de rigor, gracias al nuevo porteador.

El descenso es un poco más complicado por el tipo de piedra, pero con calma fuimos bajando y a unos 500 metros decidimos atajar, pese al buen desnivel que había, hasta el camino que lleva al barranco Villota y finalmente al pueblo. Para cuando llegamos, Manuel se cansó de esperar para dar cuenta de su almuerzo.



Fotos de la salida

jueves, 28 de marzo de 2024

El Santo Gratal


FICHA TECNICA
 Fecha:  23/03/2024 
 Distancia:   14.19 km  
 Desnivel positivo:   764 m  
 Dificultad:   Pechugadilla agradable
 Tiempo Invertido:  3h 50m+almuerzo
Cabía la duda si la conjura de la comida de Navidad de recuperar las salidas de antaño, amén de los periódicos paseos veraniegos por el pueblo, iba a surtir algún efecto. Y Gratal fue entonces el primer destino previsto. No pudo ser en el primer intento, pero tras proponer dos fechas con tiempo suficiente para que quien tuviera voluntad se apuntase, al final pudimos hollar de nuevo este ahora Santo Gratal que obró el milagro de reunir un nutrido grupo de ¡¡ocho!! cenefos. 
El día planteaba alguna duda por el viento, pero una vez en el pantano de Arguís, puntuales a las 8h tanto los que venían de Morata como de Zaragoza, vimos que soplaba flojo y que se prometía una mañana más que agradable. La subida, desconocida para algunos de los que se apuntaron, tiene una parte inicial suave y agradable, que poco a poco se va empinando hasta llegar a un cortafuegos de exigente rampa. Existe la posibilidad de sortearlo por una senda que sale al pie del mismo a la derecha, pero decidimos subir directos y hacer la bajada por dicha senda según la ruta que llevábamos grabada de la última subida de hace ya demasiados años. Cada uno a su ritmo, con Víctor destacado y en plena forma, fuimos ascendiendo para llegar arriba y tener ya una preciosa vista del pico Gratal. Ya solo por eso vale la pena la excursión.Una vez superada esa primera, dura y exigente rampa se inicia un descenso hacia una llano que hay a los pies del pico. En esa zona el viento era algo más desagradable y auguraba mala mañana arriba.
Seguimos hacia arriba para vencer la segunda y última rampa exigente del día por una bonita pero también embarrada senda, que poco a poco lleva a la cumbre. Arriba el paisaje es espectacular con el Pirineo nevado de fondo al norte y la Hoya de Huesca al sur, algo brumosa, pero incluso en la distancia pudo apreciarse el Moncayo. Allí arriba, justo a los pies de la cruz no se sentía el viento e invitaba la mañana a un almuerzo reglamentario. Primero la foto de rigor, con reivindicación incluida sobre ese embalse y ese trasvase que ahí siguen, Justicia desoída mediante. Y luego arreo con bota que se acabó en primera ronda y aun pudo rellenarse con una botella de buen vino, embutidos varios, queso y algunas viandas más de las que dimos cuenta, disfrutando del paisaje y apreciando lo merecido del esfuerzo. 
El descenso, ¡ah, crudil!, fue algo más caótico. Quisimos buscar la senda, pero la maleza ya se comió la que hace años pisamos y no dimos con ese descenso, así que optamos por descender por el cortafuegos, no entero afortunadamente porque se hace más duro descender que ascender. 
Al final, en la llegada, ronda de vino dulce para celebrar el reencuentro y vuelta para casa. En Zaragoza aun hubo tiempo de reponer sales y calorías. Hasta la próxima que será otro reencuentro: Puig Moné.

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Fotos de la salida